CIUDAD DE MÉXICO (AP) — La investigación oficial por la desaparición de 43 estudiantes mexicanos en 2014 volvió a ser cuestionada. Ahora la ONU asegura que está basada en declaraciones obtenidas bajo tortura, pide que tales pruebas sean excluidas del caso y apunta a que funcionarios federales habrían sido los autores y encubridores de esas prácticas.
Un informe de la oficina en México del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de Naciones Unidas divulgado el jueves señala que hay “fuertes elementos de convicción” de que fueron torturados 34 de los 129 procesados por la desaparición de los estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa. Los testimonios de muchos de estos detenidos fueron clave para sustentar la versión oficial de los hechos.
El documento agrega que fuerzas federales (policías, investigadores y/o marinos) habrían sido los autores de dichas torturas y subraya que todas esas prácticas ocurrieron a partir de que la fiscalía federal atrajo el caso, no cuando estaba en manos de autoridades estatales. También indica que aunque la ONU y otras organizaciones habían advertido a las autoridades de esos comportamientos y de irregularidades en la investigación, éstas no actuaron “de forma diligente” e incluso repitieron dichas conductas.
Ante esta situación, además de pedir que se aclaren las denuncias por violaciones a los derechos humanos, la ONU solicita al Poder Judicial y la fiscalía “excluir o declarar nulas de oficio todas las pruebas cuando existan razones fundadas de haber sido obtenidas bajo tortura”.
“No se puede resolver una grave violación de derechos humanos con otras violaciones”, sentenció su representante en México, Jan Jarab, al presentar el documento.