diciembre 11, 2024
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marzo 17, 2018 | 213 vistas

José Gregorio Aguilar.-

Cd. Victoria, Tam.- De momento no se contempla incrementar las medidas de seguridad en las iglesias católicas que conforman la  Diócesis de Victoria; el Obispo Antonio González Sánchez consideró que “por lo pronto no, vamos a ver más adelante”.

Y agregó: “Si no lo hicimos cuando ocurrió la desaparición del padre Carlos Ornelas, menos ahora. Lo que le pasó al padre le ha pasado a muchos ciudadanos, nosotros como sacerdotes formamos parte de una sociedad y estamos en las manos de Dios”.

La declaración surgió después de que la Arquidiócesis Primada de México trabaja en un protocolo de seguridad para sus templos, en los que se contempla instalar botones de pánico o circuitos de vigilancia con cámara con el fin de proteger los inmuebles, a quienes laboran en ellos y a los fieles que asisten diariamente a los oficios religiosos.

Pero a juicio del Obispo de la Diócesis, los sacerdotes, al igual que los ciudadanos, forman parte de una sociedad y, al igual que ellos, los misioneros religiosos ponen su destino en las manos de Dios.

Y tal como lo declaró en otra oportunidad, los clérigos, religiosos, y todo aquel que predica el evangelio y que sale a las calles a hablar de  Cristo a la gente, están expuestos a los mismos riesgos que un ciudadano común.

Ante tal argumento, González Sánchez reiteró que ni siquiera en aquellas iglesias ubicadas en zonas rurales o alejadas de la cabecera municipal, con mayores posibilidades de riesgo,  se adoptarán protocolos de seguridad.

Precisó que de hecho, tras el secuestro del padre Carlos después de que ofició una misa en una parroquia de  Jiménez, ya se hubieran tomado esas medidas pero por lo pronto el tema ni siquiera está expuesto en la mesa de la Diócesis a su cargo.

“No, no, ninguna medida, nosotros confiamos en Dios solamente;  por lo pronto no, vamos a ver más delante”, concluyó.

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