TUCSON, E. U., marzo 18 (Notimex)
Luego de una espera de cinco años, este martes 20 iniciará el primer juicio en una Corte Federal de Estados Unidos contra un agente de la Patrulla Fronteriza acusado de homicidio, por haber disparado a través de la frontera y matado a un joven en territorio mexicano.
En el proceso, el agente fronterizo Lonnie Swartz está acusado de homicidio en segundo grado por la muerte de José Elena Rodríguez, de 16 años, la noche del diez de octubre de 2012, en Nogales, en el estado mexicano de Sonora.
La acusación contra Swartz es una de las escasas imputaciones criminales presentadas en contra de los agentes de la Patrulla Fronteriza por homicidio o uso de fuerza irresponsable durante el desempeño de su trabajo.
En toda la historia de la corporación, desde 1924, menos de cinco agentes han comparecido ante las cortes acusados de asesinato, pero hasta ahora ninguno ha sido declarado culpable.
Sin embargo, Swartz es el primer agente de la Patrulla Fronteriza en ser acusado de homicidio por las autoridades federales. Todos los otros casos fueron llevados a juicio por fiscales estatales.
Swartz no ha negado que disparó a través de una abertura en la valla fronteriza contra Elena Rodríguez, pero en su declaración de inocencia sostuvo que lo hizo porque el adolescente estaba arrojando piedras en contra suya y de otros agentes.
Una autopsia determinó que el adolescente recibió diez balazos en la espalda y un video que no se ha hecho público pero que fue mostrado a la fiscalía y a los abogados de la familia de la víctima, muestra que Elena Rodríguez se encontraba tirado en el suelo cuando fue acribillado.
Originalmente, el juicio debió haberse efectuado en noviembre de 2015, dos meses después de que Swartz fuera acusado por un gran jurado de homicidio en segundo grado “con malicia anticipada”.
Pero el proceso se retrasó luego de que la defensa de Swartz y los fiscales han pasado casi tres años discutiendo ante el juez federal, Raner Collins, sobre las evidencias a presentar, los testigos, el alcance de los testimonios, la información que el jurado podrá escuchar e incluso el que si la corte misma tenía jurisdicción o no para atender el caso.
La defensa del agente intentó que el juicio se desechara argumentando que el Gobierno federal carecía de la jurisdicción para acusarlo de asesinato en segundo grado tras sostener que “no hay indicación de que el presunto crimen haya sido cometido en terrenos federales”.
Según el argumento, Swartz “no estaba dentro de la jurisdicción marítima y territorial especial de Estados Unidos, exigido por la ley”.
Los abogados de Swartz, argumentaron que el agente estaba “de pie dentro del estado de Arizona y del condado de Santa Cruz cuando disparó su arma de fuego, causando la muerte de un individuo en la República de México”, por lo que en todo caso debió ser procesado por el estado o las autoridades del condado.
La defensa intentó también que el juicio fuera desestimado porque el adolescente mexicano carecía de garantías constitucionales, al haber estado ubicado en México.
Los abogados de Swartz utilizaron un fallo de la Corte Federal de Apelaciones del Quinto Distrito en Nueva Orleans, emitido a principios de 2015, sobre un caso similar de otro adolescente mexicano acribillado en Ciudad Juárez, en el estado mexicano de Chihuahua, también por un agente fronterizo.
La Corte Federal de Apelaciones dictaminó en ese caso que el agente fronterizo, Jesús Mesa Jr., no podía ser demandado en las cortes estadunidenses por disparar y matar a Sergio Adrián Hernández Guereca de 15 años, en junio de 2010.