El Centro Cultural Helénico celebró el Día Internacional del Teatro 2018 este martes 27 de marzo con la participación de un invitado internacional, el director escénico y actor suizo Daniele Finzi Pasca, quien ofreció una charla pública.
“¡Qué bueno que exista un día para celebrar a los que contamos historias! A fin de cuentas mantenemos vivo un oficio que empezó muchos años atrás, cuando empezamos a inventar las primeras palabras”, dijo el cofundador de la Compañía Finzi Pasca.
Daniele Finzi compartió con el público sus procesos creativos, experiencias e impresiones en torno al teatro, el clown y su técnica denominada “teatro de la caricia”, en el marco de la temporada que tendrá su espectáculo Bianco su Bianco en el Teatro Helénico, a partir del jueves 29 de marzo.
Consideró que la labor del actor es tratar de dar nombre a cosas que no existen para definir lo que somos en este misterio extraordinario que es nuestro ser.
“No existe la palabra para referirse a una madre que pierde a un hijo, o a un amor, o a una mascota. Nosotros en un escenario creamos extrañas imágenes, asociaciones de colores y palabras que exactamente definen para uno que está ahí sentado en una butaca, lo que soy yo, que quizá perdí a un hijo o a un ser querido”.
Para el realizador de la ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos en Sochi, Rusia en 2014, los actores, a diferencia de otros artistas como los escritores, pintores y arquitectos, quizá poseen un estado espiritual más alto.
“A nosotros no nos importa o preocupa el hecho de permanecer. Somos como estos pasitos que quedan en la arena y se borran enseguida. No nos preocupamos de dejar huellas porque todo se va. Es por eso que nosotros tenemos esta cosa extraordinaria que estamos más cerca de las altas espiritualidades”.
Daniele Finzi consideró que la preocupación del actor es ver cómo funcionamos desde adentro y cómo a veces la fragilidad es la esencia de todo: “Hay que tener en cuenta las diferentes aristas de un personaje y ver dónde están sus fragilidades”.
A los jóvenes interesados en las artes escénicas les sugirió acercarse a sus maestros, ya que ellos son los que saben transmitir las leyes que hacen que algo sea correcto y ayudan a identificar y descubrir lo que es virtuoso.
Entre sus mentores mencionó a Giorgio Strehler, Jerzey Grotowski, Darío Fo y Anton Chéjov, con quien dijo tener una cercanía muy grande que se refleja en su espectáculo Donka, creado entre 2009 y 2010.