José Gregorio Aguilar.-
Cd. Victoria, Tam.- Durante muchos años, el Viacrucis ha sido una forma de devoción profundamente enraizada en el pueblo cristiano; una tradición que no muere pese a las circunstancias y el contexto de los pueblos en el mundo.
En Ciudad Victoria, representar los episodios más dramáticos de las 14 estaciones que conforman la Pasión y Muerte de Cristo por 42 años ha significado para el abogado José Luis Rodríguez Rodríguez, quien da vida al personaje principal de esta suprema historia bíblica, un importante esfuerzo que se compensa cuando recibe de la gente comentarios positivos sobre esta iniciativa religiosa y del mensaje que reciben sobre ese ser divino que dio la vida por toda la humanidad.
Por eso, cada año, José Luis y su grupo de actores del Grupo Bíblico Católico Guadalupe Mainero han intentado imprimir realismo y emotividad a la puesta en escena más representada en toda la historia de la humanidad y que inicia con el juicio ante Pilatos y el rey Herodes.
Con cuatro semanas de anticipación los actores se preparan para recrear los hechos, con los coloridos atuendos, brillantes túnicas y accesorios que se usaban en aquella época tratando de apegarse a la realidad.
“Desde el viernes de ceniza nos preparamos, es decir, con 40 días antes, y el vestuario pues a mí por ejemplo me lo hizo llegar una persona, hay quienes donan atuendos de manera anónima, pero nosotros nos encargamos del vestuario de los demás”.
En la explanada del Palacio Federal del Ocho Morelos, la gente que asiste a esta recreación puede ver a Jesús, María la Virgen, Lázaro y sus hermanas, los apóstoles, los sirvientes, Barrabás y el resto de los personajes icónicos que conforman el cuadro principal en la representación de la Pasión de Cristo.
En esta ciudad el Viacrucis del llamado Cristo de la Mainero, que nos recuerda el recorrido que hizo Jesús camino a la crucifixión antes de que fuera traicionado por uno de sus discípulos y entregado a los maestros de la ley, es el de mayor antigüedad, pero, advierte, cada año es más difícil convocar a los participantes, sobre todo a los jóvenes.
“Sí la verdad cada vez se batalla más para llevar a cabo el Viacrucis, batallamos para reunir a los personajes que interpretarán a los personajes”, relató.
Quizá el Viacrucis del llamado Cristo de la Mainero sea el más representado en el mundo. Eso es algo que el propio abogado, desde hace varios años, ha declarado. De hecho, ha tenido la intención de registrarse en el libro de los récord Guinness pero desafortunadamente la falta de recursos ha frenado ese propósito.
Y es que como lo ha dicho en entrevistas anteriores, tan solo para registrarse como candidato a ese récord, debe pagar la suma de mil euros, una cantidad que es muy difícil de reunir.
“La gente no tiene dinero para aportar, la crisis económica está dura y por eso como que lo estamos dejando en un segundo término; tan solo para inscribirme debo pagar mil euros, y la verdad ya no le hemos seguido, no hemos reunido el dinero y por lo pronto es un proyecto secundario, lo tenemos detenido porque es muy costoso”.
En el pasado, José Luis Rodríguez estuvo a punto de dejar de representar a Jesús en el Viacrucis porque su salud estaba un tanto deteriorada ya que ha sufrido dos infartos al corazón y no podía tener la misma actividad como antes.
Ahora, con 58 años de edad, el abogado de profesión, dice estar en mejores condiciones de salud y se muestra animado de poder continuar encabezando esta tradición religiosa apoyada por sus compañeros del Grupo Bíblico de la Mainero. “Yo hoy me siento perfectamente de salud, estoy dispuesto a seguir con esta responsabilidad muy grande y ojalá pueda lograr que la gente entienda el mensaje, recordar a ese ser que murió por nosotros, que no estamos solos que él siempre nos acompaña y que la gente alcance paz y tranquilidad”.
En su papel, José Luis fue escoltado por soldados romanos y seguido por sus apóstoles, vírgenes y feligreses, después de recrear el juicio ante Pilatos y tras aceptar ser humillado, azotado y dejarse colocar la corona de espinas. Todo esto ocurrió, como cada año, en las escalinatas del Palacio Federal.
Muchas cosas son diferentes ahora, recuerda, por ejemplo, en la actualidad vemos menos participación de la gente que asiste además de que también se batalla para que participen interpretando a alguno de los personajes de la Pasión de Cristo, insistió en este tema.
“Cada año tiene un significado, en este año, lo estamos haciendo como un homenaje a Monseñor y debo decir que se ha batallado mucho para los personajes, ahora somos pocos, en este año es menor la participación a años anteriores como que la gente está más renuente a participar”.
Pero con poco o mucho público, el grupo religioso tiene que prepararse para esta fecha tan importante en la vida cristiana. En este 2018 son mejores los actores que interpretaron a los personajes bíblicos pero quienes lo hicieron, lo hacen con la misma convicción como la de él.
“Somos un grupo religioso que se prepara para que el mayor número de personas lo vea pero también admito que ha bajado el número de gente que viene a vernos”.
Así, unos veinte actores revivieron el viacrucis en un ambiente que se tornó dramático cuando el Cristo viviente fue azotado y condenado a morir crucificado y a medida que sufría el martirio y maltrato mientras caminaba y transportaba la pesada cruz.
La parada en cada estación, una pausa para la meditación sobre ese acto que hizo Jesús que se dio por amor a la humanidad tal como lo explican los evangelios. Jesús cargando su cruz salió para ir a un lugar llamado Gólgota para cumplir la voluntad del Padre, es decir, sería sacrificado en esa cruz.
Hombres y mujeres de todas las edades, incluso niños acompañaron este camino de silencio y letanías, precedidos por un modesto vehículo que guiaba a los jadeantes peregrinos.
Esa agotadora caminata fue observada por decenas de personas que se apostaron a lo largo de la calle Nueve y que también se sumaron al recorrido hasta el Cerro del Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, destino fatal de Jesús pero esta vez, el clima fue benévolo para los asistentes. A diferencia de años anteriores, cuando el sol brillaba en todo su esplendor y los rayos solares causaban molestia entre la gente, que además de todo soportaba los sofocantes calores, en este año el cielo lució nublado y la temperatura fue muy favorable.
Los católicos que recrearon uno de los momentos cruciales de los ritos tradicionales de la Pascua, avanzaron en medio del silencio y la oración; el recorrido penitencial prosiguió en calma. La gente que acudió a esta caminata religiosa fue meditando conforme pasaban las 14 estaciones.
Y ahí, justo a espaldas del Santuario, se vivió un episodio que tuvo lugar en Jerusalén hace casi dos mil años, cuando José Luis Rodríguez y su cuadro de actores dramatizaron la muerte de Jesús, quien, paradójicamente, al morir, viviría eternamente, según enseñan las Escrituras.
Las recreaciones de la pasión de Cristo congregaron a miles de personas en las diferentes parroquias que hay en Victoria tal como ocurrió en todos los países católicos en el mundo pero la habitual puesta en escena en la capital del estado se vive más intensamente con la actuación de José Luis Rodríguez que por 42 años consecutivos revivió el agónico camino de Jesús hacia su crucifixión.
Es así como se celebra el viernes santo cristiano en Victoria en donde decenas de personas peregrinan durante un trayecto tal como lo hizo el hijo de Dios para ser crucificado por el poderoso imperio romano, en lo que se conoce como la llamada vía dolorosa, viacrucis
Los fieles que provienen de varios sectores de la Ciudad se unen a esta tradición, una celebración a veces austera pero muy significativa por el intento de los actores por dar vida a ese pasaje bíblico en donde también Jesús fue azotado por los crueles soldados romanos y tratado con injusticia por quienes alguna vez lo siguieron.