Puebla, 30 Mar (Notimex).- El Trastorno Bipolar es una enfermedad psicológica grave que entra en el grupo de los trastornos afectivos y se caracteriza porque tiene una evolución crónica, no tiene cura, pero se controla.
Sin embargo, el desconocimiento de la población respecto a este trastorno no ayuda para una detección oportuna, dijo María Eugenia Torres Castillo, psiquiatra del IMSS delegación Puebla.
En entrevista, la especialista dijo que el padecimiento ocasiona alteraciones a nivel social, familiar y laboral, y es considerado como una de las patologías con mayor discapacidad en el mundo; por lo que destacó la importancia que las personas sepan distinguir entre depresión, ansiedad, hipomanía y manías.
“A veces la gente se confunde y cae en el error de considerar que su familiar es bipolar como si fuera una moda. Muchos piensan que ser bipolar es tener cambios de humor en un solo día o en una hora o dos horas, pero no es correcto. Se deben cumplir ciertos criterios”, expuso.
Torres Castillo señaló que en México existe un grupo de psiquiatras que cada vez más realizan estudios sobre este padecimiento que es detectado de manera tardía, así como el impacto que tiene a nivel de discapacidad laboral.
“En los últimos estudios a nivel nacional e internacional se señala que en México existen más de 3 millones de personas con Trastorno Bipolar, el 70 por ciento de ellos fueron mal diagnosticados por médicos de primer contacto». dijo.
Agregó que «es decir, médicos familiares, generales, pediatras, neurólogos y psicólogos, ya que el paciente primero acude a ellos antes de ir con el psiquiatra. Además, del total de casos detectados el 60 por ciento son personas que no laboral”.
Cada 30 de marzo se conmemora el Día Mundial del Trastorno Bipolar, y esta fecha se eligió con motivo del nacimiento del pintor holandés Vicent Van Gogh, que le diagnosticaron después de su muerte como probable afectado de un trastorno bipolar.
Clínicamente el Trastorno Bipolar se caracteriza por episodios depresivos, de hipomanía y de manías. El primer episodio se caracteriza porque la persona demuestra tristeza, llanto fácil, cansancio, fatiga, aislamiento, ideas de minusvalía, ideas de desesperanza, ideas de muerte e incluso altos grados de suicidios. Además, presentan alteraciones en el sueño y en el apetito.
En el caso del episodio maniaco el paciente refiere euforia; que es una sensación de alegría exagerada, pero no genera bienestar ni placer, eso lo lleva a tornar irritante, intolerante, agresivo y demandante. Hay disminución en el sueño y todo el tiempo está activo, quiere hacer muchas cosas pero ninguna de éstas las termina.
También son personas muy impulsivas que incluso llegan a poner en riesgo su vida porque no miden peligros. Son personas que incluso llegan a realizar gastos exagerados, se endeudan, hacen viajes sin tener dinero ni haberlo planeado, tienen relaciones sexuales fortuitas que no le generan placer debido a que mantienen elevado el libido.
Respecto a los pacientes que cursan el episodio de hipomanía presentan la misma sintomatología de la manía, pero a menor escala.
“También puede haber pacientes que cursan con episodios maniacos, pero además con alteraciones en el pensamiento y alteraciones en la sensopercepción; entonces decimos que el paciente tiene un episodio maniaco con síntomas psicóticos”, agregó.
Cuando el trastorno se encuentra en etapas avanzadas los pacientes pueden presentar problemas de concentración, problemas de la memoria, un pensamiento desorganizado y errores de juicio y de conducta.
La doctora del IMSS en Puebla apuntó que en la etapa avanzada los síntomas se incrementan en número y en intensidad con una duración mayor a dos semanas.
El trastorno tiene su origen en la infancia, pero no se está diagnosticando de manera adecuada durante las etapas de infancia y adolescencia, por ello se considera que desde el inicio del trastorno hasta que éste es diagnosticado ya habrán pasado 10 años.
Es importante que la población en general esté informada para que pueda identificar los primeros signos de alerta antes de que haya un deterioro cognoscitivo.