JERUSALÉN, Israel, abril 1 (Notimex)
Cientos de fieles cristianos católicos celebraron este domingo con una misa el Domingo de Pascua en la iglesia del Santo Sepulcro, en la ciudad vieja de Jerusalén, lugar donde se cree Jesús fue sepultado.
La celebración religiosa, con la que se marca el fin de la Semana Santa, fue encabezada por el jefe de la Iglesia Católica Romana en Tierra Santa el Patriarca latino de Jerusalén, Pierbattista Pizzaballa, según reportes del diario The Times of Israel.
Entre rezos y cantos, los devotos católicos romanos conmemoraron la resurrección de Jesucristo entre los muertos, que según la tradición cristiana, ocurrió tres días después de haber sido crucificado en la cruz.
Vestido con la tradicional túnica púrpura, color de la Pascua, el arzobispo Pizzaballa celebró la tradicional misa del Domingo de Resurrección, en la que hizo referencia a los conflictos en Medio Oriente.
“La Pascua es la capacidad de volver y mirar nuestra historia a la luz de la promesa de vida que tiene lugar hoy”, dijo el arzobispo católico en su homilía, en la que resaltó que “nuestros tiempos están marcados por la muerte”.
“Sí, hoy, en Pascua, anunciamos una vida que la muerte no puede extinguir más”, indicó el jefe de la Iglesia Católica Romana en la vieja Jerusalén ante cientos de fieles católicos romanos, quienes junto con los cristianos ortodoxos griegos y armenios comparten la custodia del templo del Santo Sepulcro, ubicado sobre la cueva donde se cree Jesús fue sepultado.
Al finalizar la misa, los fieles católicos hicieron fila para pasar a admirar el edículo, la cámara que según la tradición marca la tumba de Jesús, la cual fue restaurada el año pasado por un equipo griego, que logró revertir los efectos de años de exposición al agua, la humedad y el humo de las velas.
La restauración de estructura de piedra caliza y mármol, que se encuentra en el centro de la iglesia, un edificio construido en el siglo XII al pie de los restos del edificado en el siglo IV, tuvo un costo aproximado de 3.7 millones de dólares.
El viernes pasado, los cristianos católicos romanos trazaron la ruta de las Estaciones de la Cruz, a través de la Ciudad Vieja, que pasa por los sitios tradicionales en los que se rememoran diferentes hechos de las últimas horas de Jesús, desde su condena hasta su crucifixión.
Al finalizar la misa de la Pascua de Resurrección, cientos de cristianos ortodoxos llegaron al templo del Santo Sepulcro para asistir un servicio del Domingo de Ramos, comienzo de las festividades de la semana de Pascua.
Los fieles ortodoxos, la segunda iglesia cristiana más numerosa del mundo después de la Católica Romana, entraron al tempo agitando frondas de palmeras y ramas, recordando, según los evangelios canónicos, cuando Jesús de Nazaret entró triunfante a Jerusalén en medio de una multitud que lo aclamaba.
El servicio religioso, dirigido por el Patriarca ortodoxo griego de Jerusalén, Teófilo III, es celebrado por los cristianos ortodoxos una semana después de la Pascua católica romana.