diciembre 15, 2024
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Estas son las reglas que la NFL le impone a sus porristas

abril 3, 2018 | 988 vistas

En la NFL, algunos equipos buscan implementar controles a la manera en que sus porristas manejan sus vidas fuera del trabajo.

Esto incluye limitar su actividad en redes sociales, así como las personas con las que establecen contacto y socializan.

Las porristas de Carolina Panthers, conocidas como las ‘TopCats’, deben llegar al estadio los días de juego al menos cinco horas antes del inicio del partido. Piercings y tatuajes corporales deben ser eliminados o cubiertos. Se pueden tomar descansos para tomar agua solo cuando los Panthers están en ataque. Además de que deben abandonar el estadio antes de cambiarse a su atuendo personal.

Por su parte, las animadores de los Baltimore Ravens estuvieron sujetas a pesajes regulares, esperando que “mantengan el peso corporal ideal”, de acuerdo con un manual del 2009. Los Cincinnati Bengals fueron aún más precisos en los últimos años: las chicas tenían que estar a menos de tres libras de su “peso ideal”.

Algunas deben pagar cientos de dólares por sus uniformes, pero se les paga poco más que el salario mínimo. Las animadoras deben vender boletos de rifa y calendarios, además de aparecer en eventos de caridad y torneos de golf; sin embargo, no reciben ninguna de esas ganancias.

Los manuales de porristas, siete de los cuales han sido revisados ​​por The New York Times, incluyen consejos de higiene personal, como técnicas de afeitado y el uso adecuado de tampones. En algunos casos, se prohíbe usar pantalones deportivos en público.

Los New Orleans Saints, que despidieron a una animadora este año por publicar una foto que el equipo consideró inapropiada en su cuenta privada de Instagram, son uno de muchos equipos de la Liga que imponen reglas estrictas y aparentemente anacrónicas a sus equipos de porristas.

Estas estrictas reglas y requisitos adicionales de trabajo provocaron otra molestia a las relaciones públicas de la NFL, luego de que The New York Times revelara la semana pasada que Bailey Davis, la animadora despedida por los New Orleans Saints en enero, presentara una queja ante la Comisión de Igualdad de Oportunidades de Empleo, alegando un trato injusto.

Esta demanda llega justo en el momento en que la liga se ocupa de casos de violencia doméstica y acoso sexual entre jugadores y empleados de la competición; además de lidiar con los problemas de igualdad de género.

Esta queja podría ser el primer paso de un largo litigio con la franquicia de los Saints y la NFL.

Davis pasó la mayor parte de la semana pasada apareciendo en televisión, criticando a los Saints y a otros equipos por tener reglas que calificó de degradantes para las mujeres.

Leslie A. Lanusse, abogada representante de los Saints, dijo que la franquicia se esfuerza por tratar a todos los empleados de manera justa y negó que la franquicia haya discriminado a la ex animadora por ser mujer.

“En el momento apropiado y en el foro apropiado, los Saints defenderán las políticas de la organización y las reglas del lugar de trabajo”, dijo en un correo electrónico.

Por su parte, la NFL se negó a hacer comentarios, mientras que los Ravens no respondieron preguntas sobre sus políticas actuales y los Bengals dijeron que habían actualizado sus reglas para sus porristas y que ya no tienen pautas precisas.

A diferencia de los jugadores de la NFL, que están sindicalizados y generalmente libres para promocionarse de la forma que quieran, las animadoras trabajan a tiempo parcial con pocos beneficios.

En el caso de algunos equipos, como los Chicago Bears, los Giants y los Pittsburgh Steelers, no emplean a sus porristas.

El resto de los equipos describen las reglas y restricciones impuestas a sus porristas en los contratos y manuales.

A las animadoras que se quejan de las condiciones se les dice que pueden ser reemplazadas fácilmente, amenazas que no están vacías. En esta relación entre el empleado y el empleador, los equipos tienen todo el poder.

“La intención del club es controlar por completo el comportamiento de las mujeres, incluso cuando en realidad no están en su lugar de trabajo”, dijo Leslie Levy, quien representó a animadoras que demandaron a los Jets y los Oakland Raiders.

“Es un problema de poder. Se puede ver un trato diferente entre las porristas, las mascotas y cualquier otra persona que trabaje para el equipo. No puedo pensar en otra arena donde los empleadores ejercen este nivel de control, incluso cuando no están en el trabajo”, detalló.

Levy y otros abogados han tenido cierto éxito. En 2016, los Jets acordaron pagarles a sus porristas, conocidas como The Flight Crew, casi 325 mil dólares por concepto de pago retroactivo,

Por su parte, los Raiders, un equipo que no respondió a las preguntas sobre sus políticas con las animadoras, acordaron 1.25 millones de dólares para las ‘Raiderettes’.

A pesar de los aumentos salariales, las reglas persisten, en parte porque la oferta supera a la demanda.

La mayoría de los equipos emplean solo a unas pocas docenas de porristas, quienes deben audicionar junto con cientos de otros candidatos cada año para mantener sus trabajos.

En el caso de los Saints, las porristas están limitadas a un máximo de cuatro años con el club. Sin embargo, miles de mujeres están ansiosas por unirse al grupo.

Sin duda, hay porristas para quienes las buenas experiencias superan con creces a las malas.

“Ser porrista me cambió la vida”, dijo Flavia Berys, ex animadora de los Rams de San Diego, que escribió libros sobre los secretos de la audición y ahora es abogada de bienes raíces.

“Cuando era una porrista, aprendí mucho sobre cómo hablar con los medios, aprendí sobre las reglas del decoro y el profesionalismo. Nos enseñaron cómo interactuar con el personal, los jugadores, y todo. El entrenamiento que tuvimos fue por una razón, y mirando hacia atrás, creo que fue por las razones correctas “.

Casi todos los dueños de equipos de la NFL son hombres, aunque algunos programas de porristas son dirigidos por mujeres ejecutivas. También permite que cada equipo establezca sus propias reglas para las escuadras de porristas.

Las animadoras son consideradas como una parte integral de la experiencia en los partidos, un entretenimiento bien establecido que los fanáticos y las cadenas de televisión esperan en los estadios.

Por décadas, muchos equipos se han suscrito a la filosofía de que el sexo vende, razón por la cual las animadoras usan vestidos cortos y ejecutan danzas sugestivas en todos los partidos, donde la mayoría de los fanáticos son hombres.

No obstante, las porristas trabajan arduamente bajo un intenso escrutinio, basado en las reglas incluidas en los manuales emitidos por casi una docena de equipos, además de muchas normas que no están escritas.

Durante varios años, las porristas de los Saints, las ‘Saintsations’, tuvieron que vender calendarios de ellas mismas en traje de baño.

Antes de cada partido local, las animadoras caminaban fuera del estadio e intentaban vender su asignación de 20 calendarios a los fanáticos, muchos de los cuales habían estado bebiendo. Si no podían venderlos, debían deambular por las gradas entre cuartos.

“Caminas junto a un hombre y tienes miedo de que te toquen”, dijo Davis, ex miembro de las ‘Saintsations’, despedida en enero por una publicación de Instagram.

Antes de que las porristas de los Buffalo Bills se disolvieran hace varios años tras una demanda, se esperaba que las animadoras vendieran 50 calendarios por temporada. Tuvieron que comprarlos por adelantado, por 10 dólares, y venderlos por 15; permitiendo que se llevaran el beneficio.

Como la mayoría de los equipos, los Ravens prohíben a sus porristas trabajar para otros equipos, o participar en bailes eróticos, posar desnudas o semidesnudas, o “actuar en películas insípidas, fotos o concursos de bikinis o trajes de baño”.

El manual entregado a las ‘Raiderettes’ de Oakland incluía una lista de sanciones. Deben pagar 10 dólares si traen los pompones incorrectos para practicar, o sus botas no se pulirán el día del juego. Si olvidaron todo o parte de su uniforme el día del juego, podrían quitarles el pago de un día entero.

Las ‘Raiderettes’ también son entrenadas en su lenguaje corporal y etiqueta de cena, con reglas como que el pan se debe romper con las manos y que se pasa el alimento hacia la derecha.

Incluso cuando no están de servicio para sus equipos, las animadoras están sujetas a reglas de franquicia específicas sobre su comportamiento. Está prohibido confraternizar con jugadores; no pueden hablar con ellos, buscar sus autógrafos o seguirlos en las redes sociales.

Deben bloquear a los jugadores que las siguen. No se les permite publicar fotos de ellas mismas en uniforme. Los equipos dicen que esta norma es para evitar que las porristas atraigan a los acosadores.

Según su manual de 2016, las animadoras de los San Francisco Gold Rush nunca deben revelar que están afiliadas al equipo. También se les recomienda que “apaguen sus aplicaciones de GPS en su teléfono, lo que indicará dónde se encuentran en cualquier momento dado”.

 

Con información de: lopezdoriga.com

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