México, 3 Abr (Notimex).- A más de cinco años de su muerte, la cantante Jenni Rivera continúa comunicándose con su familia a través de diversas manifestaciones, aseguró su hermana Rosie.
“Días antes de que Jenni se fuera, discutimos acerca de la muerte. Ella decía que las personas que mueren siguen aquí de alguna manera y se comunican con nosotros. Yo le respondí que no creía en eso y le aclaraba: ‘No hermana, cuando la gente se muere se va al paraíso y ya, no vuelve’. Pero Jenni insistía en que hay algo más”, relató Rosie.
Afirmó que lo comprobó el 13 de diciembre de 2012 cuando los fans de la llamada “Diva de la Banda” llegaron a casa de su madre para colocar en un árbol y en honor de la cantante, infinidad de flores, tequila, rosarios y fotos.
“Mi hermano Juan y yo estábamos en el jardín sin decir una palabra, pues estábamos destrozados por dentro. De repente vino un olor, era el perfume de Jenni, el que usaba siempre, pero no había nadie alrededor. En ese momento pensé que yo estaba loca hasta que mi hermano me preguntó: ‘¿Oliste eso?’.
“Fue como si ella hubiera pasado frente a nosotros para decirnos que está bien. Sé que Jenni está en el paraíso y que está descansando porque dos semanas antes de irse se reconcilió con Jesús; sin embargo, creo que se manifestó así para darnos fuerza. Son señales de esperanza que Dios nos manda”, subrayó en entrevista con Notimex.
Rosie compartió también que hace poco su hija Samantha Chay tuvo una experiencia con la cantante.
“Sammy nunca la conoció porque yo estaba embarazada cuando ella falleció. Le puse Chay en honor a mi hermana, pues así le decía. El caso es que mi hija y ella tienen muchas cosas similares. En una ocasión, Sammy se levantó cantando muy bonito y yo le pregunté: ‘¿quién te enseñó a cantar?’, y me respondió que su tía Chay.
“Me dijo: ‘La soñé, mamá. Ella estaba en un escenario y se veía muy bonita con su cabello esponjado, su vestido y cuando estaba cantando, me dio el micrófono para que yo cantara’. Cuando oí eso, me llené de alegría porque mi hija tuvo ese momento con ella y una niña de cuatro años no puede inventar eso”.
Para Rosie, ese tipo de manifestaciones no tienen explicación. “Yo creo en Dios y no son cosas que yo piense que existen, pero suceden y lo hace para decirnos que está bien donde quiera que esté y que nos está cuidando”.
A la muerte de Jenni Rivera, Rosie confesó que ha sido difícil lidiar con las opiniones respecto al deceso de su hermana, con demandas, chismes, los cuestionamientos de la prensa y entender que su familia continúa dividida. No obstante, sigue adelante con amor y sabiduría.
“Han sido los años más difíciles de mi vida. A veces me he querido rendir e irme muy lejos, porque me harta lidiar con los medios que insisten en hallar el lado negativo de todo, con tantas mentiras que se han publicado, con lo que dice la gente que no conoció a Jenni y con tantas demandas que me parecen injustas”, comentó.
“Hay veces que en soledad le digo a Jenni: ‘Ya no puedo más, estoy cansada, me rindo’. Pero de pronto comienzo a sentir calma y paz. Me acuerdo de su sonrisa, de tanto amor que me dio y comprendo que no me puedo rendir, que ella merece que siga adelante”.
Sus fans, dijo, “la aman, piden más de ella y mientras existan ellos y mi amor por ella, voy a seguir adelante por más complicado que se vea el panorama”.
El hecho de que Jenni se fuera de su lado era el más grande temor de Rosie.
“No le tengo miedo a las alturas ni a las arañas, mi temor era perderla porque dependía totalmente de ella luego de que cuando era niña fui abusada sexualmente por su primer esposo. Él me amenazaba con matar a Jenni si yo decía algo. Fue un miedo que mantuve desde niña hasta convertirme en adulta.
“Yo le rogaba a Jenni que nunca se fuera, que nunca me dejara sola, que por favor nunca se muriera. Le decía: ‘Hermana, si tú te mueres, yo me vuelvo loca, me deprimo, así que llévame contigo’. Aunque no me lo decía, sé que sentía mucha carga con mis súplicas”.
Cuando este temor se volvió realidad el 9 de diciembre de 2012, fecha en que Jenni Rivera perdió la vida al desplomarse el avión en el que viajaba con otros pasajeros, Rosie afirmó que sintió morirse.
“Estábamos enterrándola y yo me quise echar al mismo cajón, junto a ella, pero algo me detuvo. Estaba embarazada de Sammy y escuchaba el llanto de sus cinco hijos y el de mi mamá detrás de mí. Sabía que no los podía dejar, que si lo hacía sería de cobardes.
“Entonces, me agarré de mis ovarios y sostuve: ‘Voy a salir adelante con amor, con sabiduría’. No sé de negocios y nunca he sido cantante. Sólo me dedicaba a ser la hermana de Jenni, pero en ese momento me repetí: ‘Por el amor que le tengo, todos vamos a salir adelante y gracias a Dios se ha hecho”.
Durante varios años, Rosie Rivera pasó gran parte de su tiempo aclarando rumores acerca de la también conocida como “La Gran Señora”. Hoy ya no lo hace.
“Jenni llegó a ser leyenda y entre las leyendas hay muchos mitos, historias, verdades y mentiras. En ese contexto todas las versiones se empiezan a mezclar y yo tuve que comprenderlo para no volverme loca. Así como se dijeron tantas cosas de Pedro Infante y de Elvis Presley, lo mismo estaba sucediendo con ella”.
Entendió, afirmó, “que no podía estar desmintiendo y aclarando todo lo que trascendiera porque nunca acabaría. Comprendí que mi propósito era difundir el legado de mi hermana, cuidar a sus hijos y predicar la palabra de Dios.
“Por supuesto que duelen las mentiras sobre ella y he llegado a llorar de puro coraje, pero luego lo dejo ir porque sé que la verdad siempre sale a la luz y que se va a aclarar. Hoy vivo en paz y duermo en paz”.
Aunque Jenni Rivera cedió a Rosie la custodia de sus hijos mucho antes de perder la vida, la joven de 36 años dio a conocer que ésta ya corresponde a Chiquis Rivera, hija de la artista.
“Cuando se la cedí fue sumamente difícil y doloroso, pero sabía que era necesario. Yo los cuidé, los amé y aunque no hubo algo que estuviera mal entre nosotros, sabía que ella era la segunda madre y debía estar a cargo. Sé que en su momento, mi hermana también lo hubiera hecho”.
Rosie Rivera informó que este año se dará a conocer un documental de Jenni Rivera con imágenes nunca antes vistas. Asimismo, preparan el espectáculo “Jenni vive”, que se llevará a cabo en octubre próximo en la Ciudad de México, con varios artistas invitados a fin de recaudar fondos para una fundación.
Adelantó que, como en los años anteriores, será organizado por ciertos personajes de la familia, pues los demás siguen distanciados.
“Es difícil unir a mi familia, somos muchos y no todos estamos de acuerdo en las cosas que hay y que se hacen. Sin embargo, para ‘Jenni Vive’ estarán presentes sus cinco hijos, Juan, mis padres y yo.
“Sé que algún día nos reuniremos y nos abrazaremos. Hoy cada uno somos un mundo diferente, estamos en proceso de sanidad. Algunos están más avanzados que otros, pero llegará el día en que todos juntos honremos a nuestra hermana.
“A veces ya ni me acuerdo por qué fue el primer desacuerdo, pero esperaré a que todos estén en el punto de querer reconciliarse. Yo los espero con un corazón y con los brazos abiertos. Antes me dolía sonreír, hoy ya no me siento culpable de ser feliz y Jenni ama que yo viva a sí”, concluyó.