CARACAS (AP) — Las primeras investigaciones del incendio en las celdas de una comisaría que dejó 68 muertos apuntan a que los reos habrían sido los responsables al encender colchones aparentemente para evitar una requisa que realizaban las autoridades, dijo el lunes el fiscal general de Venezuela.
En las primeras declaraciones de un funcionario del gobierno venezolano desde el incendio el miércoles en las celdas de la Comandancia General de la Policía del estado Carabobo, el fiscal Tarek William Saab dijo a la emisora Unión Radio que eso no exime de responsabilidad a los policías por actuar con negligencia.
Saab reconoció que existe un hacinamiento en las estaciones de policía venezolanas, lo cual genera el entorno propicio para este tipo de tragedias.
El 28 de marzo durante un motín se desató un mortífero incendio en los calabozos de la Policía de Carabobo, en el centro de la ciudad industrial de Valencia.
En relación al siniestro están detenidos cinco policías, entre ellos figura José Luis Rodríguez, subdirector de la Policía del estado central de Carabobo, acusados de homicidio calificado, negligencia, entre otros delitos, destacó Saab. No se descartan nuevas aprehensiones, agregó.
El fiscal abogó por descongestionar las comisarías, recintos donde muchos detenidos esperan incluso años para ir a juicio. En esos recintos permanecen además numerosos condenados.
En las estaciones policiales venezolanas hay más de 25.000 personas que se encuentran detenidos por largos períodos, incluyendo unos 3.000 condenados, cuando en esos espacios los detenidos apenas deberían permanecer algunas horas hasta su presentación ante un juez, agregó el fiscal.
Los detenidos deben estar en las comisarías por lapsos no superiores a 96 horas, pero debido al lento sistema judicial y al retraso del Ministerio de Servicio Penitenciario en dar los cupos en las cárceles y el hacinamiento en éstas, los presos no son desalojados oportunamente de las estaciones policiales.
También el lunes, la ministra de Servicio Penitenciario, Iris Varela, lamentó el lunes los hechos, aunque dijo que el control de las reos en las comisarías es una función policial que “no le corresponden” a su oficina.
Las organizaciones defensoras de los derechos humanos repetidamente han alertado sobre la precaria situación de los centros policiales venezolanos, donde se estima que están recluidas 32.600 personas y hay un hacinamiento superior al 450%, según cálculos del Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP).
La endémica crisis carcelaria en Venezuela se atribuye en buena medida a la lentitud de la justicia. De los miles de prisioneros que albergan las prisiones en el país, sólo dos de cada 10 tienen sentencia firme, de acuerdo a cifras de OVP.
Otra causa de las paupérrimas condiciones carcelarias venezolanas ha sido el notable aumento de la criminalidad en años recientes y al mayor número de detenidos en instalaciones no ampliadas para recibirlos.