NUEVA YORK, E. U., abril 5 (Agencias)
Conor McGregor fue protagonista de un escándalo este jueves cuando se presentó en una conferencia de prensa de UFC 223 para agredir al luchador ruso Khabib Nurmagomedov. El irlandés, quien arribó al lugar acompañado por una decena de hombres, irrumpió en el estacionamiento del Barclays Center de Brooklyn, burló a la seguridad y quiso armar una batalla campal.
Las imágenes que se filtraron sobre lo sucedido muestran al luchador de MMA desaforado y pudo captarse el momento exacto en el que toma una valla e intenta arrojarla contra el bus de Nurmagomedov. Quien resultó herido fue Michael Chiesa, luchador estadounidense que estaba adentro del bus y sufrió cortes producto del estallido de uno de los vidrios.
El presidente de la UFC, Dana White, dio detalles de lo sucedido con McGregor y sus acompañantes: “Entraron a la arena, llegaron a los camiones y comenzaron a atacar los camiones aventando cosas, rompieron una ventana, cortaron muy fuerte a Chiesa, Rose Namajunas casi fue golpeada. (McGregor) Se molestó mucho y se fue caminando al hotel y rompieron el nudillo de un empleado del UFC”.
Tras esto, la policía de Nueva York está buscando a McGregor para interrogarlo sobre lo ocurrido, aunque según explicaron fuentes a la agencia AP, aún no hay orden de arresto para el irlandés.
Esta reacción de McGregor habría sido una reacción luego de que Nurmagomedov revelara en diálogo con TMZ que el ex campeón de UFC se había negado a enfrentarlo: “Necesitaba a Conor, él es campeón. Pero una decepción porque cuando la UFC lo llamó, dijo que ‘no estaba preparado para la pelea”. Por eso, su rival será Max Holloway, actual campeón de peso pluma, y el ganador se quedará con el cinturón que UFC le quitó al irlandés.
Dana White calificó el hecho como “lo más asqueroso que ha pasado en la historia de la compañía” y agregó: “Lo que pasó hoy es criminal, asqueroso, me hace sentir enfermo y nosotros como organización necesitamos encargarnos de que no vuelva a suceder esto”.