México, 7 Abr (Notimex).- El diagnóstico de enfermedad de Parkinson, puede establecerse tomando en cuenta los antecedentes médicos, los síntomas del paciente, un examen neurológico y uno físico, pero hasta el momento no existe algún análisis que, por sí solo, sirva para dictaminarlo de manera precisa.
El neurólogo Eric Ahlskog, dijo que cuando hay duda, lo razonable es buscar una segunda opinión con un neurólogo especializado en este padecimiento.
Aunque tal vez se recomiende hacer estudios por imágenes del cerebro o análisis de sangre, por lo general el diagnóstico se establece con base en las características identificadas en el consultorio médico, señaló el experto de Mayo Clinic.
Algunos indicios del Parkinson – trastorno progresivo del sistema nervioso que afecta el movimiento-, se relacionan con la pérdida cerebral de neuronas que producen la sustancia química llamada dopamina y esto puede conducir a una sintomatología variada, muy distinta de una a otra persona.
En general, altera la espontaneidad y normalidad de los movimientos corporales, tales como parpadear, sonreír o balancear los brazos al caminar, y la pérdida de dopamina, a veces, desencadena trastornos del sueño, ataques de pánico, ansiedad o insomnio.
“Los neurólogos buscan esos síntomas cuando creen que se encuentran ante un diagnóstico de enfermedad de Parkinson”, mencionó.
Aproximadamente 80 por ciento de las personas con la enfermedad de Parkinson presenta algún tipo de temblor (o sacudidas) en una de las extremidades, siendo común que primero afecte la mano o los dedos. Con el tiempo, los movimientos rápidos suelen dificultarse y se produce rigidez muscular y, a veces, causa dolor.
Cuando en la evaluación inicial hay fuerte sospecha de que se trata de este padecimiento, posiblemente se le prescriba carbidopa y levodopa, fármaco combinado que ayuda a reemplazar la dopamina en el cerebro.
Esta combinación de medicamentos ayuda a controlar los síntomas y mejora la calidad de vida de los pacientes, pero no hay cura para esta enfermedad.