El budismo es una de las prácticas más antiguas del mundo y con mayor número de seguidores. Esta forma de vida y de concepción del mundo fue concebida en la India hace dos mil 550 años por Siddharta Gautama, llamado también el Buda Sakyamuni.
Se trata de una disciplina espiritual encaminada a purificar y transformar la mente. Su finalidad es extinguir el sufrimiento que se origina al no entender las causas del dolor y sus consecuencias, lo que genera un ciclo infinito de renacimiento o samsara.
A través de las enseñanzas budistas es posible liberarse de este ciclo, llegando así al nirvana o estado de iluminación que se alcanza cuando se eliminan de la mente las emociones aflictivas (deseo, apego, odio, orgullo, celos) y todos los estados que crean confusión.
El término Buda designa a aquellos seres que han alcanzado el despertar de la conciencia y con ello la sabiduría suprema y la compasión, entendida como la comprensión que surge de la identificación con el sufrimiento de los otros. También refiere a diversos conceptos pero su significado literal “el despierto” remite a un estado de la conciencia: la iluminación.
Este término es empleado por influencia de la mística cristiana, donde está implícita la idea de que la “luz” proviene de Dios; en cambio, en el budismo esa “luz” es resultado del esfuerzo intelectual y ético al que al individuo se ha sometido. Por ello, esta doctrina significa que todo ser humano es un Buda en potencia.
Estos elementos se pueden descubrir en la exposición Budismo en Asia. Arte y devoción que se presenta, hasta el uno de julio, en el Museo Nacional de las Culturas del Mundo.
La exposición está integrada por 50 piezas, que se exhiben por primera vez en México, entre pinturas, esculturas, fotografías y objetos rituales. Además de un video y una serie de juegos interactivos.
¿Qué deseas en la vida? ¿Tus deseos te causan sufrimiento? ¿Cómo podrías librarte del sufrimiento? son las preguntas con las que la muestra recibe al público y lo invita a descubrir que la práctica del budismo es una enseñanza y elección de una vía de transformación personal.
En entrevista con Silvia Seligson, investigadora y curadora de Budismo en Asia. Arte y devoción y del Museo Nacional de las Culturas del Mundo, detalló que se trata de una muestra que ofrece una introducción general al budismo y su difusión en las culturas del este y sureste de Asia.
“La exposición nos muestra dos aspectos que son el objetivo principal del museo: la unidad y la diversidad de las culturas del mundo. Es una oportunidad única para ver piezas que normalmente no tenemos y para conocer un poco del budismo, reflexionar, y tal vez, ayudarnos a comprender y cambiar nuestra actitud y ser más tolerantes con nosotros mismos y con todos los seres que nos rodean.
“Este es un trabajo que muestra que el budismo nos atrae porque es una disciplina espiritual, una forma de vida que no se contrapone con nuestras propias creencias religiosas, sino que nos ofrece una vía de transformación personal y para desarrollar las cualidades de tolerancia, paciencia, perseverancia y respeto a la diversidad ya que el budismo no impone, comparte sus ideas”.