diciembre 14, 2024
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abril 8, 2018 | 295 vistas

Shalma Castillo.-

Marco Antonio Sobejano Aguilar, lo tiene muy claro. Una vez superadas las primeras semanas, lejos de México y su familia, todo será más sencillo.

Desde Holanda, país en el cual vive desde hace más de dos años, trabaja ahora en la empresa Unilever…

Desde ahí ha viajado a otros países para ofrecer mantener la cadena productiva.

Para alcanzar sus logros ha tenido que sacrificar vida social pero además, trabajando y estudiando al mismo tiempo.

Lo que más extraña de México, son las papas, las tortillas y las salsas…

Porque el “síndrome de familitis”… ese ya ha quedado superado.

Aunque es originario de Estados Unidos gran parte de su vida estuvo en la Ciudad de México, y otros años más en Ciudad Victoria Tamaulipas.

“Puedo decir que soy tamaulipeco porque adoro Tamaulipas… y feliz que me consideren como tamaulipeco”, expresa.

Marco es egresado de Ingeniería en Robótica en el Tecnológico de Monterrey campus Ciudad de México y recientemente ha culminado su Master in Business Administration (MBA) en IE Business School en Madrid.

 

¿CUÁNDO NACE LA IDEA DE IRSE A VIVIR A OTRO PAÍS?

 

Desde sus 29 años (hace casi cinco años), sale por primera vez para vivir en el extranjero.

La “cosquilla” de irse a otro país temporalmente o para experimentar, surge en su primer trabajo donde por cuestiones laborales prácticamente recorrió todo el continente Americano.

“Con F.M Global, he viajado desde Canadá hasta Argentina, mayormente en Latinoamérica como consultor, y tienes que estar viendo a muchos clientes… ahí me entra la inquietud de irme a otro país porque empiezas a experimentar las diferentes culturas, la comida y a convivir con diferente gente”.

Esa compañía aseguradora que también ofrece consultorías de riesgos, le da la oportunidad de viajar mucho, pero después de algunos años, Marco busca otra posición donde no tuviera que viajar tanto, porque aunque suena atractivo, considera que luego de vivírsela dos semanas al mes en avión y hoteles, ya no es la calidad de vida que él espera.

Pero en el momento que decide todavía más irse a otro país, es cuando estaba justamente en Holanda, caminando por las calles de Amsterdam…

“Me acuerdo casi como de película, dije; si debo dejar México, creo que una ciudad o país por lo cual lo haría, es por Holanda porque me encanta la cultura, la ciudad, la calidad de vida, estaba caminando y veía a todo mundo en bicicleta”.

 

BOSTON, SU PRIMER CIUDAD VIVIENDO FUERA DE MÉXICO

 

Aunque Boston no era el destino que él deseaba, tampoco fue un sacrificio el vivir más de un año ahí, pues esa ciudad, también le encanta.

Marco platica que sus planes de vivir en Amsterdam, se fueron acomodando poco a poco a la perfección.

“Seguía con esa cosquilla de Amsterdam, y vi una posesión que estaba disponible en la oficina de Amsterdam en la misma empresa, decido aplicar a pesar que los requisitos eran más elevados de los que tenía y la experiencia requerida era todavía mayor, no importó, vi la posibilidad y dije voy aplicar y apliqué”.

Después de ello comienzan las entrevistas por teléfono y se interesan en él… pero justo problema; no tenía la experiencia requerida.

Aún así, logra pasar las entrevistas, y al final la condición para poderse ir a Holanda, es que trabajara por un año en Boston.

“Fue un escalón para moverme a Holanda, no fue un sacrificio porque Boston me encanta”, añade.

 

LA VIDA EN HOLANDA

 

Cuando logra estar en Holanda, luego de un tiempo la empresa decide moverlo a Inglaterra, pero Marco no quiere irse a otro país.

“Dije estoy enamorado de Holanda… y después todo se logra acomodar, pues cuando estaban en el proceso de moverme tuve la oportunidad de empezar a entrevista con la empresa Unilever, y ya sea por suerte o por la preparación que tengo, logro quedar”, expresa.

Ahora trabaja en la compañía Unilever, esta empresa es la que hace la marca Dove, desodorante AXE, paletas Holanda, aderezos Hellmann’s y cantidad de cosas, más… “es un monstruo”.

En Unilever se desempeña de supply chain; que es el responsable de gestionar, trabajar la cadena de valor, así como ver toda la producción para garantizar que hay continuidad de negocio, y prevenir pérdidas.

Es una posición global, lo que le permite organizar viajes para atender plantas en todo el mundo.

Marco selecciona las regiones donde tienen más impacto o presencia fuerte en el mercado, ello le ha permitido viajar a México, Brasil, también a Tailandia, Indonesia, hace dos años a India, China y Sri Lanka, este año le toca Estados Unidos, entre otros países.

 

MEXICANOS Y HOLANDESES

 

Aunque en Tamaulipas los calores son insoportables y en la Ciudad de México llueve muy seguido pero el clima es agradable, los mexicanos no se quejan tanto por esos cambios de temperatura.

Sin embargo, en Holanda cuando llueve, se quejan y cuando hace calor, también.

“No conozco un país que la gente se queje más del clima, aunque es bastante malo, son muy quejumbrosos pero también sumamente directos”.

Los mexicanos tenemos una forma más sutil para tratar de dar una respuesta, echamos mucho rollo, pues.

En cambio, los holandeses son muy directos y a la primera es sí o no.

“Llegas a Holanda y puedes pensar que son agresivos, pero no, esa es su forma de ser, directos…. y en México tenemos la forma de decir nunca que no. Si te digo, ‘oye, ¿quieres ir a comer?’, me dices -‘¡ay! es que había quedado con una amiga’… y como 15 minutos de choro para decir no, y aquí es sumamente directo, tanto en la oficina, para salir con alguien o hacer un plan; es tal cual si o no”.

En México somos una cultura que tenemos todo a último minuto…

“Puedes estar un viernes a las diez de la noche en tu casa y alguien te dice vamos a una fiesta, y en ese momento lo haces, nunca planeas… aquí (Holanda) la gente lo planea desde cuatro semanas antes, si les dices en un día que si quieren salir por la noche, te dicen; -‘hoy no, pero puede ser en cuatro semanas’… al principio pensé que era excusa, pero en realidad la sociedad funciona de esa manera, aquí todo mundo planea sus citas con anticipación”.

La sociedad holandesa es bastante incluyente, pues hay cantidad impresionante de personas de todo el mundo… la calidad educativa es fantástica, expresa.

El sistema educativo funciona de forma gratuita, aunque pueden ir algunas veces a escuelas privadas pero no es como en México que muchas personas lo buscan, allá la calidad educativa pública es buena y las universidades también, platica.

Holanda es un país súper “primermundista”, todo funciona, aunque el transporte es bastante caro, pero funciona muy bien, las calles están limpias y la seguridad es espectacular.

Marco recuerda que cuando recién llega a Amsterdam, había estado con unos amigos, eran alrededor de las cuatro de la mañana y allá todo mundo se mueve en bicicleta, (pues los holandeses andan en bicicleta para todos lados).

“Yo iba en bicicleta en calle media oscura y de repente escucho que alguien viene atrás de mí y evidentemente después de vivir en México, escuchas que alguien viene atrás de ti y te pones en alerta… de repente volteo y era una tipa guapísima también sola en bicicleta, sin ningún problema”.

 

NADA ES FÁCIL, PERO CADA SACRIFICIO, VALE LA PENA

 

Después de algunos años de desidia y excusas, logra terminar su maestría.

“La maestría es algo que planeaba por muchos años y siempre encontraba excusa para no hacerla, y por fin lo he logrado… fue una friega, la vida social sacrificada por año y medio pero lo logré, estudiando y trabajando al mismo tiempo”, enfatiza.

Comparte que desde el primer momento en que llegas a un país nuevo, es una experiencia que te marca…

Aunque siempre vas a tener la alternativa de regresar a tu casa, pero sabes que ese es el inicio de algo diferente… “sientes soledad pero lo traduces en nueva oportunidad de empezar de cero, descubrir un nuevo país y nuevos amigos, es toda una aventura”.

 

SUPERANDO LAS PRIMERAS SEMANAS, DESPUÉS TODO SERÁ MÁS FÁCIL

 

Aunque para muchos la parte complicada es el extrañar a la familia, después se acostumbran, aunque claro, bendita sea la tecnología que gracias a ello uno puede sentirse cerca de los que están lejos.

Marco expresa tenerle respeto a las personas que hace diez años se iban a vivir a otro país, porque era más complicado.

Pero ahora las redes sociales “son una belleza”, antes hablabas por cinco minutos y costaba una millonada, ahora puedes hablar horas y así no me siento desconectado de su familia y los amigos.

Aunque el año pasado viajó a México, procura ver una vez al año a la familia, pero la comunicación es de a diario.

Su plan a corto plazo, es seguir viviendo y trabajando en Holanda, pues ya ha comprado casa allá.

Pero considera que si le ofrecen trabajo en Japón o España, se iría, ya que son los potenciales candidatos para algún día mudarse y está abierto a recibir alguna otra oportunidad en buena posición.

 

TÚ QUE NO TE ATREVES, PIERDE EL MIEDO E INTÉNTALO

 

“A las personas que no se atreven, quiero decirles que es difícil, pero una vez que pasas las primeras semanas, ya sobreviviste”…

En México somos una sociedad que tenemos “familitis” y nos encanta estar rodeados de familia y amigos…

“Y eso, me encanta… pero una vez que estás afuera y pasas ese miedo de experimentar algo nuevo donde no conoces a nadie, es algo espectacular sientes que el mundo es pequeño y si se te antoja irte a otro país a vivir no es algo irreal, es cuestión de atreverte y dar el paso”.

Marco comenta que ha conocido a mucha gente que dice ‘ay si tuviera la oportunidad, me iría’, y esas personas que dicen eso, cuando se les presenta la oportunidad dicen ‘ahorita no porque estaba planeando hacer esto’.

Dice que realmente no hay momento perfecto para irte, es como ser papá, no hay momento perfecto.

Y si ves la oportunidad ve por ello, hazlo y nadie se arrepiente, sí extrañas, pero la pasas bien.

Y aunque no va a ser sencillo, van a la familia y a la comida también…

“Yo extraño la comida cada día y cuando vienen visitas pido que traigan papas, salsas y tortilla… pero la recompensa es mayor, pues tienes la oportunidad de conocer nueva cultura”.

Así que para quienes lean la experiencia de Marco, y tienen miedo de intentarlo… dice; “anímense, tengan el valor, no es imposible, los mexicanos somos igual de capaces que otras personas en el mundo”.

 

 

 

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