Alfredo Guevara.-
Por su infraestructura de hospedaje, historia, cultura, tradiciones y la ventaja de disponer de lugares para el turismo como la Biósfera de El Cielo, el municipio de Gómez Farías ha mostrado interés por cumplir con los requisitos que le permitan ser considerado como “Pueblo Mágico”.
El subsecretario de Turismo, José Luis Martínez Portilla, aceptó que si bien hay algunos lugares, como San Carlos, que desde hace tiempo han estado abrigando esa posibilidad, desafortunadamente no cuenta con los requisitos que demanda la Federación, como el caso concreto de los lugares de hospedaje.
Reveló que el municipio de Gómez Farías de una u otra forma se está preparando, reuniendo los requisitos que se necesita para poder calificar, con grandes posibilidades de ser considerado como “Pueblo Mágico”, al igual que Tula y Ciudad Mier.
“Es muy factible que califique, toda vez que cuenta con hoteles, habitaciones, historia, cultura, tradiciones y una serie de atractivos turísticos, entre estos la Biósfera de El Cielo, que le ayudan para alcanzar esa calificación”, sostuvo.
Martínez Portilla dijo que el Gobierno de la República abre el periodo de solicitudes en el país, para que aquellos municipios que tengan interés en ser calificados como “Pueblo Mágico” se inscriba, cumplan con ciertos requisitos, reglamentos y demás disposiciones, que después de ser evaluados, se avala o reprueba.
Indicó que la Secretaría de Turismo en Tamaulipas, lo único que hace, es ayudar al municipio para que entregue la documentación que se requiere y de esa forma pueda participar.
Confirmó que además de Gómez Farías y San Carlos, hay otros municipios que quisieran ser considerados como “Pueblo Mágico” en Tamaulipas, por todas las ventajas que implica, pero que desafortunadamente no cumplen con ciertos requisitos.
Y es que, el hecho de ser considerado como pueblo mágico, representa estar visible en el mapa turístico y con ello, poder acceder a recursos federales que le permitan el desarrollo de proyectos de infraestructura, además de un ordenamiento y por consecuencia, afluencia de turistas a sus fiestas y tradiciones.
