KABUL (AP) — Insurgentes talibanes atacaron un complejo gubernamental en el centro de Afganistán a primera hora del jueves. El asalto derivó en un enfrentamiento armado que se prolongó durante horas y causó 15 muertos, incluyendo tres altos cargos locales, antes de expulsar a las fuerzas afganas.
La rápida ofensiva en el distrito de Khuja Omari fue el último ataque insurgente registrado en la provincia de Ghazni, que está controlada en su mayoría por los talibanes. Los combatientes colocaron minas para impedir la llegada de refuerzos gubernamentales y se atribuyeron la autoría del asalto rápidamente.
Tras la operación en Khuja Omari _ que está próximo a la capital provincial, también llamada Ghazni _ todos los puestos de seguridad del distrito estaban bajo el control de los talibanes, dijo el portavoz del grupo, Zabihullah Mujahid, en una conversación telefónica con The Associated Press. El centro del distrito, sin embargo, sigue en manos de las tropas de Kabul.
La provincia de Ghazni está ubicada al sur de la de Kabul, donde está la capital del país, y está junto a una ruta clave: la carretera que une Kabul con la región sureña de Kandahar, el bastión tradicional de los radicales, que está considerada una zona peligrosa porque grandes franjas de terreno están dominadas por los extremistas.
Mujahid ofreció una cifra más alta de víctimas entre las fuerzas afganas, algo habitual en los talibanes, que tienden a exagerar sus logros en el campo de batalla y a reducir las bajas que sufren.
El gobernador del distrito, el director del servicio de inteligencia, un subdirector de la policía y 15 miembros de las fuerzas de seguridad murieron en el asalto del jueves, explicó Mohammad Arif Rahmani, legislador en el parlamento afgano.
El ataque comenzó alrededor de las 02:00 de la madrigada del jueves, cuando los talibanes irrumpieron en el complejo de alta seguridad en Khuja Omari, agregó.
Entre las víctimas había siete policías y cinco miembros de la agencia de inteligencia del país, conocida por su acrónimo NDS, señaló Ramazan Ali Moseni, subdirector de la policía de la provincia de Ghazni. Según Moseni, 45 talibanes murieron y ocho miembros de las fuerzas de seguridad del gobierno resultaron heridos.
Es imposible verificar el conteo de fallecidos de manera independiente ya que se trata de una zona remota.