DAMASCO, Siria, abril 11 (Notimex)
A siete años del inicio de la guerra en Siria, la tensión se intensificó hoy con las renovadas amenazas de Estados Unidos de lanzar un ataque con misiles contra el régimen sirio en represalia por el ataque químico en Douma y la advertencia de Rusia de que habrá “graves consecuencias”.
“Rusia promete derribar todos y cada uno de los misiles lanzados contra Siria, ¡Prepárate, Rusia, que van a llegar, bonitos, nuevos e inteligentes! No deberías asociarte con un animal asesino que mata a su gente con gas y lo disfruta”, escribió este miércoles el presidente Donald Trump en su cuenta de Twitter.
La amenaza y la decisión de Trump de cancelar su asistencia a la Cumbre de las Américas en Perú para dedicarse a definir una respuesta contundente” al ataque químico, aumentó el temor de un ataque con misiles contra posiciones del régimen de Bashar al Assad.
El destructor lanzamisiles estadunidense Donald Cook, equipado con 60 misiles crucero Tomahawk, partió de Chipre hacia posiciones más cercanas a Siria, además el portaaviones USS Harry S. Truman ya salió de su base en Noorfolk, Virginia, rumbo a Medio Oriente, por lo que espera un ataque en cualquier momento.
Tanto Estados Unidos como Francia y Reino Unido han advertido que preparan una pronta respuesta contra el régimen sirio, por lo que se cree que los posibles objetivos serán en la parte occidental del país, en manos de las tropas gubernamentales, así como de Rusia e Irán.
Hace un año, también en abril, Estados Unidos disparó 57 misiles Tomahawk contra la base aérea siria de Al Shairat, en la provincia central de Homs, en represalia al ataque químico en la localdiad de Jan Sheijun, donde más de 80 personas murieron y del que las Naciones Unidas culparon a Damasco.
Ante los preparativos de Estados Unidos, las fuerzas de Siria y Rusia han sido puestas en máximo estado de alerta, incluso Damasco activó su sistema de defensa antimisilístico alrededor del palacio presidencial y trasladó aviones militares a la base aérea rusa en la región costera de Latakia.
La Organización Europea para la Seguridad de la Navegación Aérea (Eurocontrol) y su similar rusa Rosaviaysiya alertaron este miércoles a las aerolíneas de la posibilidad de que se produzcan ataques aéreos en Siria, por lo que las exhorta a actuar con precaución en la zona este del Mediterráneo durante las próximas 72 horas.
La Sociedad Médica Siria Americana (SAMS) y la Defensa Civil Siria, conocida como los Cascos Blancos, ambas apoyadas por Estados Unidos, denunciaron que el Ejército sirio lanzó el sábado pasado un ataque químico sobre Douma, donde al menos 42 personas murieron y unas 500 fueron afectadas con síntomas de asfixia.
El régimen sirio y Rusia han negado el empleo de sustancias químicas en Douma e insisten en que expertos de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) investiguen lo ocurrido, pues aseguran que el presunto ataque químico es solo un “pretexto” de Estados Unidos para reforzar sus bombardeos en Siria.
El Gobierno sirio ha enviado una invitación a la OPAQ para que envíe un equipo de expertos a Douma, último bastión rebelde en Ghouta Oriental, en las afueras de Damasco, además ofreció su cooperación para descubrir la verdad sobre las alegaciones promovidas por algunos países occidentales.
El cruce de acusaciones por el ataque químico en Douma ha aumentado la tensión en Siria, donde las potencias globales y regionales como Estados Unidos, Rusia, Turquía e Irán no peleaban abiertamente en el inicio de la guerra siria.
El conflicto sirio, que inició el 15 de marzo de 2011 con protestas contra el régimen de Al Assad y luego se convirtió en una guerra civil, se ha hecho complejo al implicar a potencias mundiales que apoyan a diferentes facciones y tribus locales aliadas o rivales según sus intereses.
La guerra siria entró en su octavo año con avances de las fuerzas del régimen sirio a raíz de la recuperación de Alepo y los reveses del grupo yihadista Estado Islámico (EI), que perdió en 2017 prácticamente la totalidad de los territorios donde creó su llamado califato.
El grupo extremista, que llegó a controlar parte del noreste de Siria, ha quedado arrinconado en varios enclaves a orillas del río Éufrates luego de las ofensivas de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), una agrupación de milicias encabezadas por las Unidades de Protección Popular (YPG), respaldas por Estados Unidos.
Sin embargo, la inminente victoria sobre el EI ha puesto de manifiesto la fragilidad del actual equilibrio en Siria, tal y como reflejan los actuales bombardeos del régimen sirio sobre el enclave rebelde de Ghouta Oriental, así como los enfrentamientos entre kurdos y turcos en la región de Afrin, en el noroeste sirio.
Desde que comenzó el conflicto sirio, más de 510 mil personas han muerto, incluidos unos 106 mil civiles, además ha dejado más de dos millones de heridos y otros 12 millones de desplazados y refugiados, según cifras del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
