Nueva York, 24 Abr (Notimex).- La corte del distrito este de Nueva York informó hoy que Daniel Rendón Herrera, a quien autoridades describen como el narcotraficante “más temido de Colombia”, fue extraditado del país sudamericano a Estados Unidos para enfrentar cargos por tráfico de drogas.
En un comunicado, la corte destacó que Rendón Herrera, alias “Don Mario”, encabeza el Clan Usuga, considerado “el más grande y más influyente grupo criminal de Colombia”. El acusado será presentado este mismo martes ante el juez magistrado Viktor Pohorelsky.
Rendón Herrera, de 54 años, fue arrestado en Colombia y extraditado el lunes a Nueva York, tras una investigación encabezada por la oficina en Nueva York de la Administración para el Control de Drogas (DEA), así como por la unidad especial contra el crimen organizado de la ciudad.
“’Don Mario’ era el narcoterrorista más temido en Colombia. Él es conocido como el veterano que prendió la llama del reino de terror del Clan Usuga mientras asediaba Estados Unidos con cientos de toneladas de cocaína”, afirmó el agente especial James Hunt, de la DEA.
De acuerdo con la acusación, Rendón Herrera fue el fundador y uno de los principales líderes del Clan Usuga, antes conocido como Los Urabenos, el más grande y más influyente grupo criminal en Colombia.
Entre junio de 2003 y diciembre de 2014, el Clan Usuga estuvo supuestamente involucrado en envíos de cocaína de varias toneladas desde Colombia a México y América Central para su importación definitiva a Estados Unidos.
Bajo el liderazgo de Rendón Herrera, el Clan Usuga coordinó la producción, compra y transferencia de cargamentos de cocaína, así como la recepción de cargamentos de cocaína en México y Centroamérica, según los documentos de la corte.
El Clan Usuga también controlaba el territorio en varias áreas de Colombia e imponía un “impuesto” a cualquier narcotraficante que operara en regiones bajo el control de este grupo criminal al cobrar por cada kilo de cocaína que se fabricaba, almacenaba o transportaba.
Según la acusación, el Clan Usuga también empleó sicarios que cometieron asesinatos, asaltos y secuestros; además de usar actos de violencia para cobrar deudas, mantener la disciplina, controlar y expandir el territorio de las drogas y promover la reputación del grupo.