Ciudad del Vaticano, 24 Abr (Notimex).- Francisco se mostró hoy conmovido por la masiva solidaridad con el pequeño Alfie Evans, un bebé británico que los médicos decidieron desconectar a los equipos que lo mantienen con vida y cuyos padres luchan por salvarle la vida trasladándolo a un hospital del Vaticano.
En las últimas horas el pontífice volvió a manifestarse a favor del bebé de 23 meses, afectado por una grave enfermedad neurológica y que se encuentra hospitalizado en el Alder Hey Hospital de Liverpool.
“Conmovido por las oraciones y la amplia solidaridad en favor del pequeño Alfie Evans, renuevo mi llamamiento para que se escuche el sufrimiento de sus padres y se cumpla su deseo de intentar nuevas posibilidades de tratamiento”, escribió en sus perfiles lingüísticos en la red social Twitter.
Las palabras de Jorge Mario Bergoglio coincidieron con las horas previas a la decisión de los médicos ingleses de desconectar al bebé del respirador artificial conectado a una traqueotomía, avalada por varias órdenes judiciales.
Pero, sorpresivamente, el niño no murió a los 15 minutos como habían estimado los doctores sino que sobrevivió durante horas respirando por sí mismo y ayudado por las respiraciones boca a boca ejercidas por sus padres, Thomas y Kate.
Esto orilló a los médicos a brindarle oxígeno. Fuera del hospital, un grupo de funcionarios y abogados intentaban desesperadamente una salida al problema.
Los padres de Alfie luchan desde hace meses por garantizar a su hijo terapias alternativas para su enfermedad, degenerativa e incurable. Entre otras cosas apelaron al Papa, tras perder varios recursos contra el vía libre judicial a la desconexión.
Finalmente, el líder católico respondió y recibió en audiencia privada a Thomas el pasado 18 de abril. En esa oportunidad pidió expresamente que se haga todo lo posible por llevar al bebé hasta el “Bambino Gesù”, el hospital pediátrico del Vaticano.
Así Mariella Enoc, la directora del nosocomio, viajó hasta Liverpool para activar un protocolo de traslado a Roma, una operación extremadamente peligrosa para la salud del niño y que, de todos modos, sería realizada con un avión privado.
Pero las autoridades del Alder Hey Hospital le prohibieron el ingreso a la estructura, que permanece vigilada por agentes de policía desde hace varios días.
Al mismo tiempo y para agilizar el proceso, el gobierno italiano decidió concederle la ciudadanía de ese país en tiempo récord. Así lo anunciaron los ministros Angelino Alfano, de Relaciones Exteriores y Marco Minniti, del Interior.
Además, los funcionarios solicitaron “que se permita el traslado inmediato del niño a este país”. Con la ciudadanía otorgada, los padres pretenden hacer valer el derecho internacional sobre su hijo, pero como sigue teniendo también su nacionalidad británica, los jueces ingleses aún tienen capacidad de decisión.
Así, mientras el pequeño lucha por su vida con oxígeno e hidratación temporánea, la tarde de este martes, en una nueva audiencia, el juez Anthony Hayden negó su traslado a Roma y pidió a los médicos del Alder Hey que consideren la posibilidad de permitir que sus padres lleven al niño a su casa.