COPENHAGUE (AP) — El inventor danés Peter Madsen fue sentenciado el miércoles a cadena perpetua por torturar y asesinar a la periodista sueca Kim Wall durante un viaje en el submarino privado de él, uno de los casos judiciales más controvertidos y macabros de la historia reciente de Dinamarca.
La jueza Anette Burkoe, del tribunal de la ciudad de Copenhague, dijo que ella y los dos jurados estuvieron de acuerdo en que la muerte de Wall fue un asesinato y que Madsen no dio una explicación «digna de confianza».
Madsen, de 47 años de edad, permaneció callado escuchando, mientras la jueza leyó el veredicto. Minutos después, la abogada del inventor, Betina Hald Engmark, dijo que apelaría la sentencia, la más larga posible contra su cliente.
El tribunal falló que Madsen deberá permanecer en prisión hasta su audiencia de apelación en el Tribunal Superior Occidental de Copenhague, por temor de que Madsen pueda influir en los testigos.
El inventor había negado haber cometido el asesinato y dijo que Wall murió accidentalmente dentro del submarino, aunque confesó haber cortado su cadáver y arrojado las partes al mar, después de que no pudo pasar el cuerpo a través de la torreta del submarino.
«¿Qué haces cuando tienes un problema grande? Lo haces más pequeño», explicó al tribunal municipal de Copenhague. «Siento mucho, mucho lo que pasó», agregó.
Wall, de 30 años y que escribía para The New York Times, The Guardian y otras publicaciones, subió al submarino en agosto pasado para entrevistar a Madsen, el cofundador de una compañía que desarrolla y construye naves espaciales tripuladas. Los restos de la periodista fueron encontrados en bolsas de plástico en el lecho del Mar Báltico semanas después.
Después de ofrecer varias explicaciones, Madsen aseguró que Wall murió como resultado de una acumulación de presión dentro de su submarino casero, llamado UC3 Nautilus. El miércoles a la 1 p.m. hora local (1100 GMT), un juez y dos jurados comenzaron a decidir si la muerte fue un accidente o un asesinato.
Durante el juicio que comenzó el 8 de marzo y duró 12 días en el tribunal, el fiscal Jakob Buch-Jepsen intentó demostrar que no hubo accidente y que Wall pudo haber sido ahorcada con sus propias medias antes de que Madsen la cortara en pedazos.
Agregó que el torso desmembrado de Wall tenía múltiples puñaladas, incluso en los genitales, y que se encontró semen en la ropa interior de Madsen.