CIUDAD DE MÉXICO, abril 24 (AP)
Colegas del periodista asesinado hace casi un año, el reportero sinaloense Javier Valdez, y organizaciones internacionales de prensa, reconocieron la primera detención de un sospechoso del homicidio, pero urgieron este martes a las autoridades de México a llegar hasta los autores intelectuales del crimen para que no quede impune.
La detención de Heriberto “N”, alias el “Koala”, miembro de un grupo del crimen organizado que opera en Sinaloa, que las autoridades no quisieron mencionar, tuvo lugar el lunes en Tijuana sin hacer uso de la fuerza, indicó este martes el comisionado nacional de Seguridad, Renato Sales, en un mensaje de escasos tres minutos sin preguntas y con pocos detalles.
Sin embargo, sí confirmó que el móvil del asesinato se encuentra vinculado a las investigaciones periodísticas de Valdez sobre la delincuencia organizada y que quedan otras órdenes de aprehensión por cumplimentar.
“Urgimos a las autoridades mexicanas a identificar a todos los responsables del asesinato, incluido su autor intelectual”, afirmó el Comité para la Protección de Periodistas en un comunicado.
“Demasiado a menudo, las investigaciones se paralizan después de que son detenidos sospechosos de bajo perfil, lo que hace que la impunidad crezca”, señaló su representante en México Jan-Albert Hootsen.
Reporteros sin Fronteras se pronunció en la misma línea.
Javier Valdez, periodista reconocido y galardonado dentro y fuera de México, fue asesinado a tiros hace casi un año, el 15 de mayo de 2017, en Culiacán, la capital de Sinaloa. Fue un crimen a pleno día, a solo unas calles de Ríodoce, el periódico que ayudó a fundar hace 15 años y que cuenta con uno de los premios más prestigiosos del periodismo, el María Moors Cabot.
Su homicidio tuvo lugar el año en el que México se convirtió en el país más letal para la prensa, con al menos diez periodistas asesinados.
En la sede del semanario la noticia se recibió con “cierto optimismo”, según dijo su director, Ismael Bojórquez, pero también con “escepticismo”. A su juicio, las autoridades “están en el camino correcto” pero “llegar a los autores intelectuales será cuestión de voluntad”, aseguró.
Bojórquez no ocultó que con la detención aumentan los riesgos de que pueda haber una reacción por parte del crimen organizado, puesto que vincula el crimen a la lucha que existe en el seno de un cártel.
Desde la captura en 2016 del líder, Joaquín “El Chapo” Guzmán, extraditado a Estados Unidos en 2017, la organización libra una guerra externa contra otro grupo criminal y otra interna por el control del grupo. En esta última, por un lado, están los hijos de Guzmán, que se encuentran en libertad. Por otro, quien fuera mano derecha de “El Chapo”, Dámaso López “El Licenciado” –detenido semanas antes del asesinato de Valdez– y su vástago, del mismo nombre y apodado el “mini-lic”, quien se entregó a las autoridades estadounidenses en julio de 2017.
Según el recuento del Comité para la Protección de Periodistas, 31 periodistas han sido asesinados en México desde que Peña llegó al poder en 2012.