México, 1 May (Notimex).- Una simple nube por inofensiva que parezca puede llegar a ser tan peligrosa dependiendo la forma que adquiera, como la denominada cumulunimbus, que provoca lluvias torrenciales, inundaciones, granizadas, nevadas, heladas, tormentas eléctricas y hasta tornados.
De acuerdo con el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred), esos fenómenos hidrometeorológicos afectan al país y pueden provocar la pérdida de vidas humanas y daños materiales cuantiosos.
Para que se origine una tormenta es necesario que se formen las nubes cumulunimbus, las cuales se organizan en grandes líneas cuyos componentes están muy cercanos, se pueden extender por cientos de kilómetros y llegan a ser considerados como una “línea de tormentas”; cuando van acompañadas por ráfagas de vientos se les conoce como “línea de chubasco”.
Las nubes de este tipo se caracterizan por tener los desarrollos verticales más notables y alcanzar alturas de hasta 20 kilómetros por las fuertes corrientes de aire ascendente que hay en su interior. Llo que favorece su crecimiento es que el aire contenga mucha humedad, pues de esa forma hay más condensación; además que exista viento horizontal.
En el Fascículo Tormentas Severas, publicado por la Secretaría de Gobernación, el Cenapred refiere que el término precipitación se usa para designar cualquier estado del agua que cae desde las nubes a la tierra y se puede hablar de tres tipos: lluvia, granizo y nieve.
Las nubes, al ascender, se expanden y se enfrían, provocan la condensación del vapor de agua, esto hace que la fuerza de gravedad supere a la fuerza de sustentación de las gotas y el agua caiga hacia el suelo, originando las precipitaciones.
Además de la precipitación existen otros fenómenos atmosféricos que suelen acompañar a las tormentas severas, entre los que se encuentran las líneas de chubasco, las ráfagas frontales, los rayos, los truenos, el granizo y los tornados.
En México, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) es el encargado de dar información sobre el estado del tiempo a escala nacional y local; uno de sus objetivos es vigilar la atmósfera para identificar los fenómenos meteorológicos que pueden afectar las actividades económicas y, sobre todo, originar la pérdida de vidas humanas.
En el documento, el Cenapred explica que las tormentas eléctricas son descargas bruscas de electricidad atmosférica que se manifiestan por un resplandor (rayo) y por un ruido o estruendo (trueno) y pueden estar acompañadas por precipitación en forma de chubascos; pero en ocasiones puede ser nieve, hielo granulado o granizo.
Además, son de carácter local y se reducen casi siempre a sólo unas decenas de kilómetros cuadrados y su ciclo de duración es de una o dos horas.
En tanto, el rayo es una descarga electrostática que resulta de la acumulación de cargas positivas y negativas dentro de una nube de tormenta.
Cuando las cargas adquieren la fuerza suficiente, aparecen los rayos, cuya manifestación visible es el relámpago, es decir, un destello que se produce dentro de las nubes o entre éstas y el suelo.
Los efectos de las tormentas eléctricas van desde herir o causar el deceso de una persona de forma directa o indirecta hasta dañar la infraestructura de la población, que provocaría la suspensión de la energía eléctrica, además de afectar algunos aparatos como radio, televisión, computadoras o refrigeradores.
En ocasiones, las descargas eléctricas pueden provocar la muerte del ganado y son la causa más común del retraso de las aeronaves y de los accidentes aéreos.
Los riesgos asociados a los rayos, en especial los que pueden producir heridos y decesos, han sido estudiados y los trabajos se refieren a la exposición de las personas durante una tormenta eléctrica y sus consecuencias, las cuales pueden ser parálisis, quemaduras, intensos dolores de cabeza, pérdida de audición y de la memoria, hasta llegar a la muerte.
Ante estos fenómenos las recomendaciones que se dan son asegurar los objetos del exterior de la vivienda que puedan desprenderse o causar daños debido a los fuertes vientos que pueden acompañar a la tormenta eléctrica; cerrar ventanas; reforzar las puertas exteriores; quitar las ramas o árboles muertos que puedan causar daño, ya que un rayo puede romperlos, golpear a una persona o generar una explosión o un incendio.
Además, mantenerse atento a los avisos que emite el SMN, instalar pararrayos en torres y antenas; procurar la polarización correcta de todas las toma corrientes incluyendo una tierra física en todo el sistema.
Durante la tormenta es necesario alejarse de los lugares altos como cumbres, cimas, lomas y refugiarse en zonas bajas pero no propensas a inundarse o a recibir avenidas súbitas; apartarse de terrenos abiertos como praderas, cultivos, campos de golf, terrazas, azoteas y estacionamientos abiertos, ya que las personas pueden sobresalir por su tamaño y convertirse en pararrayos.
El Cenapred advierte que por ningún motivo se debe correr durante la tormenta, ya que resulta peligroso debido a que la ropa mojada provoca una turbulencia en el aire y una zona de convección que puede atraer un rayo.
También es necesario deshacerse de todo material metálico pues resulta buen conductor eléctrico; no refugiarse debajo de un árbol o una roca, debido a que el primero por su humedad y verticalidad aumenta la intensidad del campo eléctrico y en el segundo porque los rayos suelen caer sobre objetos sobresalientes, ni guarecerse en edificios pequeños o aislados como, graneros, chozas, cobertizos o tiendas de campaña.
Otras recomendaciones son retirarse de objetos y elementos metálicos como vallas, alambradas, tuberías, líneas telefónicas e instalaciones eléctricas, rieles de ferrocarril, bicicletas, motocicletas y maquinaria pesada, puesto que la proximidad con éstos provoca una onda de choque generada por el rayo que, a su vez, calienta el aire y puede producir lesiones en los pulmones.
Evitar cualquier contacto con los cuerpos de agua como ríos, lagos, mar, albercas, así como zonas mojadas, incluyendo bañarse durante la tormenta eléctrica son otras sugerencias, así como que en caso de haber un edificio o vehículo muy cerca, intentar llegar a él.
Además, desconectar los enseres electrodomésticos y otros aparatos eléctricos, como las computadoras ya que las variaciones de voltaje que provocan los rayos pueden causar graves daños.
Las tormentas eléctricas pueden generar efectos adversos en las personas, sobre todo dentro de un radio de impacto de 120 metros y si alguien es alcanzado por un rayo se debe pedir asistencia médica inmediata.
Los principales daños relacionados con los rayos son quemaduras en la piel, ruptura de tímpano, lesiones en la retina, caída al suelo por onda expansiva o por agarrotamiento muscular, lesiones pulmonares y óseas y estrés postraumático; en el peor de los casos provocan la muerte por paros cardíacos o respiratorios y lesiones cerebrales.
Sin embargo, los rayos también pueden producir afectaciones en el sistema nervioso, ruptura de huesos, así como la pérdida de la visión y audición.
En tanto, el granizo es un tipo de precipitación en forma de piedras de hielo y se forma en las tormentas severas cuando las gotas de agua o los copos de nieve formados en las nubes de tipo cumulunimbus son arrastrados por corrientes ascendentes de aire.
Cuando las partículas de granizo se hacen demasiado pesadas para ser sostenidas por las corrientes de aire, caen hacia el suelo. El tamaño de las piedras de granizo está entre los cinco milímetros de diámetro hasta alcanzar las dimensiones de una pelota de golf y las mayores pueden ser muy destructivas y romper ventanas y abollar la lámina de los automóviles.
Debido a la situación geográfica del país son pocas las regiones que padecen de nevadas, siendo más acentuado este fenómeno en regiones altas como montañas o sierras, sobre todo en invierno.
A su vez, un tornado es la perturbación atmosférica más violenta en forma de vórtice, el cual aparece en la base de una nube de tipo cumuliforme, resultado de una gran inestabilidad, provocada por un fuerte descenso de la presión en el centro del fenómeno y fuertes vientos que circulan en forma ciclónica alrededor de éste.
Según el Servicio Meteorológico estadounidense de los Estados Unidos, los tornados se forman cuando chocan masas de aire con diferentes características físicas de densidad, temperatura, humedad y velocidad.
Cuando se observa un tornado se puede distinguir una nube de color blanco o gris claro, mientras que el vórtice se encuentra suspendido de ésta; cuando éste hace contacto con la tierra se presenta una nube gris oscuro o negro debido al polvo y escombros que son succionados del suelo por la violencia del remolino.
El exhorto permanente de las autoridades federales para la población es que tome las medidas de precaución necesarias cuando se presente alguno de estos fenómenos hidrometeorológicos y que se mantenga informada sobre las condiciones del clima.