diciembre 11, 2024
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mayo 4, 2018 | 221 vistas

NUEVA YORK (AP) — Rudolph Giuliani, quien solía ser conocido como el «Alcalde de Estados Unidos» y que fue elogiado por ayudar a unir una ciudad herida tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, se ha convertido en el audaz rostro del nuevo y enérgico equipo legal del presidente Donald Trump.

Giuliani, que comparte con el mandatario un particular estilo de arrogancia neoyorquina, ha incrementado los ataques de Trump al Departamento de Justicia, ha presionado para fijar límites estrictos a la investigación del fiscal especial Robert Mueller sobre las relaciones de la campaña del mandatario con Rusia y ha modificado completamente la estrategia legal de la Casa Blanca.

Giuliani y Trump despidieron a altos asesores del Ala Oeste de la residencia presidencial esta semana mientras analizaban a fondo los planes para combatir lo que consideran es una amenaza existencial a su presidencia.

La intrépida ofensiva de Giuliani _desplegada en una serie de presentaciones en canales de noticias en las que lanzó una andanada de ataques hacia los mismos policías con los que solía trabajar_ dejó ver la profundidad de su transformación de alcalde republicano moderado de una ciudad liberar a héroe conservador.

«La colusión con Rusia es una noticia falsa», dijo Giuliani, un ex fiscal federal, a Fox News. «Desafortunadamente se ha convertido en la base de la investigación. Y Mueller nos debe un informe en el que diga que la colusión con Rusia no significa nada. No ocurrió. Eso significa que toda la pesquisa era totalmente innecesaria».

Giuliani se ha vuelto rápidamente el personaje dominante del equipo legal reestructurado del presidente, el cual Trump ha ido llenando de rostros familiares que no temen aparecer en televisión.

Ambos han sostenido varias conversaciones privadas en los últimos días, en los que Giuliani ha avivado la molestia de Trump con la investigación de Mueller, según dos personas al tanto de sus conversaciones que hablaron bajo condición de no ser identificado porque carecían de autorización para declarar sobre ellas. Giuliani le advirtió a Trump que no acuda a una entrevista con Mueller y ha sugerido que, como mínimo, el mandatario establezca límites a su nivel de cooperación con él.

Giuliani también le advirtió a Trump que teme que Michael Cohen, abogado personal del presidente, pudiera darle la espalda. Exhortó a Trump a suspender su comunicación con Cohen, según una persona cercana a Giuliani que carecía de autorización para hablar sobre las conversaciones.

Después de que el FBI allanó la oficina y la casa de Cohen, Giuliani también dijo que quería cambiar la estrategia en torno al pago de 130.000 dólares que Cohen le hizo a la actriz porno Stormy Daniels para comprar su silencio sobre su aventura sexual con Trump. Giuliani lo hizo el miércoles al conceder una sorprendente entrevista con Sean Hannity.

Las afirmaciones de Giuliani _de que Trump estaba al tanto del pago y se lo reembolsó a Cohen_ parecen contradecir las afirmaciones pasadas del mandatario, pero argumentó que con ello le retiró el peligro legal en torno a una posible violación a las normas de financiamiento de campañas, una afirmación que algunos expertos en leyes han puesto en duda. A Trump le agradó el desempeño de Giuliani, según una persona al tanto de sus puntos de vista pero sin autorización para hablar sobre conversaciones privadas.

En un par de entrevistas con Fox News, Giuliani también lanzó una serie de ataques provocativos. Dijo que Trump había despedido a James Comey el año pasado porque el director del FBI no declaró que el presidente estaba libre de sospechas de haber actuado incorrectamente en la pesquisa sobre Rusia, una explicación distinta a la que ofreció la Casa Blanca. Dijo que defendería a Ivanka Trump, hija del presidente, pero insinuó que su esposo, Jared Kushner, es «desechable».

A los agentes que allanaron la oficina de Cohen los llamó despectivamente «tropas de asalto», un ataque que atrajo particular atención porque pareció evocar a soldados nazis en el contexto de la fiscalía federal de Manhattan, que aprobó los allanamientos y la cual estuvo alguna vez bajo el mando de Giuliani.

«Es un Rudy distinto. Siempre ha sido duro, pero cambió cuando comenzó a tener ambiciones a nivel nacional», dijo George Arzt, ex secretario de prensa del demócrata Ed Koch, uno de los predecesores de Giuliani como alcalde de Nueva York. «Y después de que se sumó a Trump, su popularidad en su ciudad natal desapareció totalmente».

Giuliani fue elegido alcalde en 1993 tras prometer disminuir la elevada tasa de delitos en la ciudad. Ese año, 1.946 personas fueron asesinadas allí. Para 2001, su último año en el puesto, la cifra había disminuido a 649.

Después de los ataques de septiembre de ese año, Giuliani se convirtió en el rostro del dolor de la nación. Su liderazgo -tanto inspirador como compasivo- en las semanas siguientes le granjeó el apodo de «El alcalde de Estados Unidos».

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