Antonio González Sánchez.-
La Iglesia católica en su ritmo litúrgico celebra hoy el sexto domingo de Pascua.
La liturgia de la Palabra que se escucha este domingo va en continuidad con el tema del domingo anterior “permanecer y dar fruto” hoy se agrega el amor
El texto del libro de los Hechos de los apóstoles resalta la presencia y la acción del Espíritu, como una fuerza que transforma la mente y el corazón de quien lo recibe. Además, hace evidente la universalidad del Evangelio. Dios no hace “distinción de personas” lo que hace constar que, a partir de pentecostés la Buena Nueva alcanza eficazmente a todos los hombres “sean de la nación que fueren”.
San Juan en su primera carta, habla de una experiencia “Dios es amor” y una constatación: que Dios nos amó primero. De esa experiencia no puede surgir otra actitud que la de amar; en ella se sustenta el mandato de Jesús que se amen los unos a los otros como yo los he amado. Del amor afloran las relaciones más profundas y humanas, las que generan permanencia y provocan cambios radicales en la persona.
En texto del evangelio de san Juan da la pauta para comprender el amor como una experiencia duradera, como una praxis: “Ustedes son mis amigos; a ustedes los llamo amigos”. Para Jesús el mayor amor es el de la amistad. La analogía de los amores humanos ayuda a comprender la elección de Jesús. Por una parte, la experiencia humana enseña que la amistad debe ser un componente necesario de todas las demás formas de amor; si estas han de perdurar.
Vivir amando se convierte en garantía de permanencia, de vida eterna y de alegría. “Si cumplen mis mandamientos permanecen en mi amor: les he dicho esto para que mi alegría esté en ustedes su alegría sea plena”
Se puede orar con las palabras de la oración de la misa “Dios todopoderoso, concédenos continuar celebrando con incansable amor estos días de tanta alegría en honor del Señor resucitado, y que los misterios que hemos venido conmemorando se manifiesten siempre en nuestras obras.
Que el Señor Jesús resucitado permanezca con todos ustedes.