PARÍS, Francia, mayo 13 (Agencias)
Se trataba de un atacante “tranquilo y decidido a morir”, contó este domingo uno de los testigos del atentado perpetrado el sábado en París, donde un joven, supuestamente de origen checheno, mató a una persona e hirió a otras cuatro en un ataque reivindicado por el Estado Islámico (EI).
El agresor tenía una larga barba y vestía de negro y gritó “Allah Akbar” (Alá es grande) en el momento del ataque, un indicio que llevó a la Fiscalía a investigar el hecho como un acto terrorista.
“Él no corría, estaba tranquilo y decidido a morir. Esperaba ser abatido antes que detenido”, explicó a los medios Gilles, vecino de la calle Saint-Augustin, a muy pocos metros de donde el atacante murió por los disparos de la policía en la calle Monsigny.
El testigo, de 46 años y de religión judía, recreó el pánico que se vivió la noche del sábado en la zona, muy cercana a la Opera de París y la Bolsa, y describió el cuchillo de grandes dimensiones que portaba el supuesto terrorista, nacido en 1997 y naturalizado francés.
“Ha sido el pánico general, pero lo que me sorprendió fue lo rápido que llegó la policía. Escuchamos los disparos. Fue impresionante”, agregó el hombre, quien detalló que el joven realizó su sangriento atentado entre las calles Saint-Augustin, Monsigny y la plaza Gaillon, en un radio de pocos metros.
Gilles reconoció que, en un principio, pensó que el ruido que le llamó la atención se debió a una “fuerte pelea”, no a un atentado.
Asimismo, reveló que llevará a su hija de cinco años al servicio psicológico puesto en marcha para ayudar a los conmocionados por el asalto. “Ella escuchó los disparos y no está nada bien”, indicó.
Fernando, un portugués de 59 años natural de Algés que trabaja como portero en la calle Saint-Augustin, rememoró cómo se vivió la agitada noche del sábado en la zona, repleta de bares y restaurantes y cercana a varios cines y teatros.
“Yo estaba viendo dos programas musicales en la televisión y un vecino golpeó mi puerta: ‘Fernando, un atentado’. Entonces vimos un montón de policías y bomberos. No nos autorizaron a salir de casa”, señaló.
“Yo suelo sacar a pasear a los perros a esa hora (la del atentado, un poco antes de las 21.00 hora local), pero por los programas que estaba viendo, postergué mi salida”, agregó el inmigrante portugués, quien reconoció que sale menos que antes por culpa de un miedo a un atentado terrorista.
No obstante, el ataque del sábado podía haber sido peor, alertó el primer ministro francés, Edouard Philippe, quien dijo que “la rapidez y la eficacia” policial evitó males aún mayores.
De acuerdo con los medios franceses, el joven ya estaba fichado por los servicios secretos franceses por su cercanía con un hombre que estuvo en Siria, aunque no tenía antecedentes policiales.