Cleveland necesitaba un punto de inflexión en su duelo con Boston. Logró su propósito con tal rotundidad (116-86) que abre nuevas lecturas y perspectivas en la final del Este, que dominan los Celtics pero ahora por 2-1.
LeBron James, una vez más, estuvo al mando de las operaciones con una actuación muy completa: 27 puntos, 12 asistencias, cinco rebotes, dos robos y dos tapones. En esta ocasión estuvo mucho mejor acompañado por Korver (14 puntos), Kevin Love (13 puntos y 14 rebotes), Hill (13 puntos), JR Smith (11 puntos).
La demostración de poderío de los Cavaliers, además, refuerza un dato: la bajada de revoluciones que caracteriza a los Celtics lejos del TD Garden. Suma ya cinco derrotas y una sola victoria lejos de su cancha en los ‘playoffs’.
En el Quicken Loans Arena, los dos equipos parecieron totalmente diferentes a los del TD Garden, donde los Celtics fueron muy superiores y pusieron el 2-0 en la serie. Los Cavaliers salieron desbocados en el tercer duelo y los Celtics perdieron por completo el dominio de la situación. Al amparo de su público, los Cavs se desquitaron con un guion muy parecido al del primer encuentro en Boston, pero al revés. Allí, los Celtics llegaron a dominar por 28 puntos antes del descanso. Esta vez, fueron los Cavaliers los que abrieron una brecha de 23 (61-38) poco antes del intermedio.