Wellington, 21 May (Notimex).- Neil Gemmell, académico de la universidad neozelandesa de Otago, está a días de iniciar un nuevo intento para esclarecer la existencia de Nessi, el presunto monstruo del lago Ness en Escocia.
La idea que guiará su empeño parece sencilla y posible: si se trata de un ser vivo que existe o existió, alguna traza de ADN deberá de encontrarse en las aguas del lago, y es por esos rastros que va el investigador.
La tecnología que se usará proviene del Proyecto de Genoma Humano, y se espera que de existir, Nessie quedará a la luz, aunque sea mediante una, o varias, muestras de su ADN.
No creo que exista algo que la ciencia sea incapaz de explicar, dice Gemmell, quien cuenta ya con un equipo de científicos que al conocer su idea le han brindado su apoyo.
Afirma que una de las razones que lo impulsó a llevar a la práctica su idea es que al platicarla a su hijo y un grupo de sus amigos, estos coincidieron en que se trataba de algo posible y «cool».
En junio las aguas del lago Ness se convertirán en el laboratorio del centífico neozelandés, y de ellas se tomarán varias muestras para analizarlas y encontrar rastros de ADN.
El ADN que sea encontrado será secuenciado de acuerdo a las tecnologías desarrolladas por el proyecto del Genóma Humano y serán comparadas con el ADN de las especies que se sabe habitan en esas aguas.
Es posible que entonces sea descubierto algo que la actual ciencia no conoce, pero lo dudo, adelanta el investigador.
Pero si se encuentra, la tarea será determinar de que clase de vida se trata, si son rastros de un animal ya extinto o de un animal contemporáneo de gran tamaño, o tercera hipótesis, solo de un mito.
Monstruo o no, se trata de un proyecto interesante, dice Gemmell a Radio Nueva Zelanda, y revela que ya ha recibido llamados para descubrir la verdad sobre Pie Grande, pero por ahora, se va a centrar en Nessie.