LISBOA, Portugal, mayo 29 (AP)
El Parlamento de Portugal rechazó este martes por escaso margen cuatro propuestas que legalizarían la eutanasia y el suicidio asistido.
Luego de un histórico debate, los legisladores votaron en contra de las cuatro propuestas de ley similares presentadas por partidos de izquierda y centroizquierda. El proyecto que estuvo más cerca de ser aprobado fue la del gobernante Partido Socialista, que perdió por 115-110, con cuatro abstenciones.
La eutanasia -cuando un médico le quita la vida a un paciente a pedido de éste- es legal en Bélgica, Canadá, Colombia, Luxemburgo y Holanda. En Suiza y en algunos estados de Estados Unidos es legal el suicidio asistido, donde en el que el paciente se administra a sí mismo la droga letal, bajo supervisión médica.
El resultado de la votación de Portugal era incierto y se esperaba que fuera apretado. Los dos principales partidos, los socialistas y los opositores socialdemócratas, permitieron que sus legisladores votaran de acuerdo con su consciencia. Los dos partidos tienen 175 de los 230 miembros del Parlamento.
La eutanasia fue llevada a la agenda política por una petición pública en el 2016.
El asunto, profundamente divisivo, es el más reciente punto de fricción entre fe y política en este país predominantemente católico. Una serie de gobiernos izquierdistas determinados a modernizar el país, y la declinación de la influencia de la Iglesia católica, han abierto las puertas a profundos cambios culturales en Portugal. Esa tendencia llevó a la legalización del aborto en el 2007 y el matrimonio homosexual tres años después.
En el 2016, la presión de los defensores de la eutanasia llevó el tema hasta la agenda política. Una petición pública recibió más de ocho mil firmas, más del doble de la cantidad necesaria para forzar un debate parlamentario.
Cuatro partidos izquierdistas y centroizquierdistas -el gobernante Partido Socialista, el Bloque de Izquierda, el Partido Verde y el Pueblo, Animales y Naturaleza- presentaron propuestas para legalizar la eutanasia y el suicidio asistido. Actualmente, incitar o asistir eutanasia conllevan hasta tres años en prisión.
La vocera del Bloque de Izquierda Catarina Martins prometió seguir la pelea por la aprobación.
“Hemos progresado mucho”, dijo tras la votación. “Mucha gente ahora reconoce la necesidad de respetar las decisiones de las personas sobre el fin de sus vidas”.