diciembre 13, 2024
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junio 5, 2018 | 441 vistas

Julio L. Guzmán

REYNOSA, Tam.- En espera de que Estados Unidos les brinde asilo político, más de 60 migrantes de Cuba y Centroamérica tomaron como hogar provisional las instalaciones del puente internacional Hidalgo-Reynosa.

La mayoría son mujeres, niños y niñas de Cuba, que desde hace más de dos semanas viven en la zona peatonal del cruce fronterizo, soportando en el día temperaturas de hasta 42 grados a la sombra.

Además tienen que lidiar con la presión de las autoridades estadounidenses, que reforzaron las medidas de seguridad por la presencia de los migrantes, que también vienen de Honduras y El Salvador.

Allí los elementos de la Patrulla Fronteriza y de la Policía de Hidalgo, Texas, custodian el acceso a la aduana estadounidense, en donde delimitaron un perímetro, en el que inclusive se restringe el acceso a mexicanos que quieren entrar a una conocida tienda (UETA Duty Free), en la que no se necesita visa.

Y es que la escena es inusual, pues nunca antes se había visto que el cruce peatonal internacional se convirtiera en dormitorio ambulante, pues en la zona estadounidense se forma una larga fila de migrantes sentados y otros acostados, en espera de una respuesta satisfactoria del Gobierno de Estados Unidos.

 

NIÑOS DUERMEN CON UN CARTÓN COMO COLCHÓN

Entre estos migrantes de Cuba se encuentra Carlos Medellín, quien narró que viaja con su esposa e hija de nueve años de edad. Decidió viajar hasta la frontera tamaulipeca para pedir asilo político a Estados Unidos, por la falta de oportunidades en la isla y por la presión del gobierno cubano.

Aseguró que tienen tres días durmiendo en el piso, solo tienen un cartón como colchón, y seguirán allí el tiempo que sea necesario, pues destacó que las autoridades migratorias de Estados Unidos les prometieron dejarlos ingresar poco a poco a Hidalgo, para solicitar el asilo político.

“Esperemos que sí nos cumplan, pues sabemos que 20 compañeros ya pudieron ingresar a Hidalgo a solicitar su asilo político y hasta la fecha no hemos visto que los hayan regresado”, destacó Carlos, mientras le echaba aire a su hija con un abanico improvisado hecho de una caja de cartón.

¿Qué les dicen las autoridades estadounidenses?

-No te puedo decir, solo pasa un día y otro y no vemos aún nada, pero tenemos que aguantar, pues no tenemos pensado regresar a nuestro país, porque la situación ahí está muy crítica, nos estamos muriendo de hambre.

¿Como le están haciendo para sobrevivir aquí?

-“La gente que va al otro lado pasa y nos deja agua y comida, lo mismo hace una iglesia de Reynosa, nos aportan un poco de su ayuda con un poco de despensa, pero ni el calor nos va a hacer que nos movamos de aquí. De aquí nos vamos hasta Miami, si Dios nos lo permite”, puntualizó.

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