diciembre 13, 2024
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junio 13, 2018 | 150 vistas

RÍO DE JANEIRO, junio 12 (Notimex)

Luiz Inacio Lula da Silva es el gran favorito de los brasileños para las elecciones presidenciales de octubre próximo, pero sus problemas con la Justicia podrían dejarlo fuera del proceso electoral, una situación que podría beneficiar a figuras del centro-izquierda brasileño.

Sondeos publicados este fin de semana confirmaron, de nuevo, que Lula da Silva es el gran favorito de la población, con un tercio de los encuestados que declararon que votaría por él para un tercer mandato presidencial, y un 17 por ciento como posibles votantes.

Sin embargo, Lula da Silva está encarcelado desde el siete de abril pasado condenado a 12 años y un mes de prisión por corrupción, por lo que el candidato presidencial del Partido de los Trabajadores (PT) es más que incierto, y su formación se niega a nombrar una alternativa al ex sindicalista, al menos por el momento.

En ese escenario, dos figuras emergen en el centro-izquierda brasileño, que ambiciona volver al poder de la mayor economía de América Latina y una de las mayores democracias del planeta, tras el polémico juicio político que destituyó de la Presidencia a Dilma Rousseff en 2016.

La mayor beneficiada de la ausencia de Lula da Silva sería, probablemente, la ex senadora ecologista Marina Silva, quien en 2014 ya estuvo cerca de pasar al segundo turno con un discurso moderado, marcadamente social, pero que no tuvo los anclajes económicos necesarios para convencer a la clase media urbana de colegios electorales fundamentales como Sao Paulo.

Silva, que obtuvo 22 millones de votos en 2010, cuando fue la candidata del Partido Socialista Brasileño (PSB), es percibida como una figura en ascenso, aunque su partido (Rede) carece de capilaridad en todos los estados brasileños y ello la llevará forzosamente a una alianza con otras formaciones.

Los sondeos le atribuyen el 15 por ciento de los apoyos para los comicios de octubre, apenas por detrás de Lula da Silva y de Jair Bolsonaro, el candidato de extrema derecha que, con un discurso populista, logró obtener el 19 por ciento de los apoyos, según las encuestas.

Con todo, en un hipotético segundo turno sin Lula da Silva, la ex senadora Silva se impondría a Bolsonaro, y es percibida como una moderada que, al ser ex ministra de Media Ambiente y con dos elecciones a sus espaldas, más opciones tiene de crecer.

El otro candidato que aspira a capitalizar una posible ‘orfandad’ del voto a Lula da Silva es el ex ministro Ciro Gomes, del Partido Democrático Laborista (PDT en sus siglas en portugués), cuyo apoyo social oscila entre el diez y once por ciento, según las encuestas.

Con un discurso más liberal que Silva, Gomes busca el apoyo del centro para poder impulsar la economía por medio de reformas, aunque sin comprometer las ayudas y programas sociales que lograron sacar de la pobreza a millones de brasileños en la última década y media.

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