PARÍS (AP) — Docenas de migrantes hacían fila afuera de una oficina gubernamental en Italia antes del amanecer el miércoles, empujándose para poder ingresar y solicitar asilo.
El viaje que los trajo a Roma y las noches en vela en las que pensaron si se les permitiría quedarse se repetía en ciudades y países de todo el mundo en el Día Mundial de los Refugiados, cuando millones de personas escapaban de violencia, persecución, guerras y pobreza.
Olas migratorias humanas están estremeciendo al planeta: Musulmanes rohinya se ven obligados a salir de Myanmar a Bangladesh, adolescentes de México y Centroamérica buscan seguridad en Estados Unidos, la guerra siria deja refugiados, hombres de Sudán del Sur y Nigeria cruzan el Mediterráneo para sustentar a sus familias.
«La comunidad internacional debe trabajar con alternativas mutuas y políticas de largo plazo para manejar el fenómeno que afecta a todo el mundo», dijo el presidente italiano Sergio Mattarella, cuyo país es uno de los frentes de llegada migratoria de Europa, en un mensaje sobre el Día Mundial de los Refugiados.
Aunque la migración a los 35 países más ricos del mundo bajó levemente el año pasado por primera vez desde el 2011, las solicitudes de asilo subieron un 26% en Estados Unidos, de acuerdo con un nuevo informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, que representa a los países ricos.
Entre tanto, la agencia para refugiados de la ONU informó esta semana que casi 69 millones de personas fueron desplazadas a la fuerza en el 2017, un récord por quinto año consecutivo.
El secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, Angel Gurría, insistió en que dado que la migración no va a desaparecer, los países necesitan integrar a los nuevos residentes y preparar a sus ciudadanos para que reciban a los migrantes y no los rechacen. La migración afecta desproporcionadamente a los jóvenes, y él hizo un llamado por políticas de apoyo, especialmente en términos de capacitación y desarrollo de destrezas, de acuerdo al informe.
«La ausencia de la política es lo que está creando esta cacofonía», dijo.
En Europa, líderes de países miembros de la Unión Europea están tratando de nuevo de crear soluciones a nivel continental para una crisis migratoria masiva que incluso ha causado enfrentamientos entre países.
El ministro del Interior del nuevo gobierno populista de Italia, Matteo Salvini, rehusó dar permiso para que un bote de rescate arribara a un puerto este mes. La embarcación operada por dos organizaciones sin fines de lucro tenía a bordo 630 migrantes que había sido rescatados mientras trataban de cruzar el Mediterráneo desde Libia.