diciembre 12, 2024
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junio 22, 2018 | 170 vistas

CIUDAD DE MÉXICO (AP)

Dos candidatos a alcalde en pueblos rurales distintos en México fueron asesinados en menos de 24 horas, elevando al menos a 18 el total de aspirantes a un cargo público en morir de forma violenta en el país en la campaña de este año.

Un candidato independiente fue asesinado el miércoles en el municipio de Aguililla, un pueblo montañoso del estado de Michoacán donde operan grupos de narcotraficantes y policías comunitarios.

El gobernador de ese estado, Silvano Aureoles, prometió encontrar a los responsables del asesinato del candidato Omar Gómez Lucatero.

Y el jueves por la mañana, el candidato a la alcaldía por el Partido de la Revolución Democrática (PRD) fue asesinado en Ocampo, también en Michoacán.

Su partido emitió un comunicado, diciendo que Fernando Ángeles Juárez fue asesinado, y pidió al gobierno que ofrezca protección a los candidatos que participan en la elección del uno de julio.

Ocampo es un pueblo rural situado a 150 kilómetros (95 millas) al oeste de la capital del país, mejor conocido porque parte de la zona montañosa del municipio es donde las mariposas monarcas pasan el invierno. También está plagado de grupos delictivos y explotación forestal ilegal.

Casi todos los candidatos asesinados en el país hasta ahora aspiraban a cargos locales para los comicios de julio, en el cual también se decidirá la presidencia, gubernaturas y el Congreso. Otros políticos que estaban considerando postularse han sido asesinados antes de que siquiera pudieran inscribirse como candidatos. Los asesinatos han ocurrido mayormente en estados como Michoacán, Guerrero y Oaxaca.

El analista de seguridad Alejandro Hope, dijo que el nivel de violencia contra candidatos puede explicarse -en parte- con «simple aritmética». Hay muchas más elecciones que antes ocurriendo a la misma vez en México. Con más de 3.400 puestos locales, estatales y federales en juego, hay más de 15 mil candidatos en campaña.

«Segundo, habla de los cambios en la delincuencia», dijo el experto, resaltando que los cárteles han ampliado sus operaciones para abarcar extorsión, robo de combustibles y otras fechorías. «La evolución del crimen, su diversificación, le vuelve mucho más importante controlar territorio, los gobiernos locales».

Cuando se trata de robo de combustible, por ejemplo, la policía local puede ser un aliado valioso para actuar como vigilantes o encubrir los robos de oleoductos y de depósitos de combustibles. Y algunas bandas incluso han extorsionado a gobiernos locales obligándoles a firmar licitaciones infladas de obras públicas.

Esas preocupaciones podrían estar haciendo que las bandas asesinen a candidatos que se oponen a quienes ellos prefieren, o maten a candidatos que se oponen a sus exigencias.

Finalmente, resaltó Hope, «hay un colapso en la administración de disputas», mayormente en zonas rurales, donde riñas territoriales entre bandas rivales se han tornado candentes, incluso a medida que el gobierno se ha extendido demasiado y se ha vuelto menos apto para intervenir.

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