El paso del ciclón Mekunu por Omán, que provocó lluvias torrenciales, propició un paisaje poco común en la región.
Durante el paso del meteoro, la zona tuvo las mismas precipitaciones en un día que suele tener el cúmulo en tres años.
Lo anterior provocó la inundación parcial del desierto Rub al Jali en Arabia. Ahora, la NASA reveló que las características del ecosistema se modificaron, por lo que en la actualidad, el desierto cuenta con una gran cantidad de lagos entre las llanuras situadas en las dunas.
Regularmente, esta parte del mundo recibe aproximadamente tres centímetros de lluvia al año; hace 20 años que no aparecían lagos en las llanuras.
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De acuerdo con la NASA, estas lluvias extraordinarias supondrán que en verano aparezca vegetación.
El canal televisivo Al Arabiya informó de que la vegetación podría ser una “bendición” para los propietarios de camellos, pues podrían alimentarse de la nueva flora por hasta dos años.
Mekunu alcanzó la categoría 3, lo que supuso ráfagas de viento de entre 170 y 180 kilómetros por hora.
La tercera ciudad más grande de Omán, Salalah, sufrió severas inundaciones, que destruyeron carreteras, derribaron casas y provocaron daños graves.
El ciclón dejó tras su paso cinco muertos y más de 30 desaparecidos.
Con información de: lopezdoriga.com