Rubén Jasso
Dos “latigazos” en momentos puntuales del partido permitieron al equipo Azteca salir con ventaja de 2-0 sobre Tecate al disputarse el pasado domingo la final de ida en el Torneo de la Villa de Tamatán, metiendo en apuros a los “cerveceros” de cara al partido de vuelta.
El primer capítulo de la final se desarrolló en el campo uno con arbitraje de Martín Báez, quien cumplió una buena labor y aplicó el reglamento por igual cuando era necesario.
Respecto a las acciones, el conjunto rojo llegaba motivado por la reciente conquista del título de Copa, mientras que Tecate llegaba a la cita con etiqueta de equipo fuerte sobre todo porque ha sido un protagonista constante en este torneo que coordina Leobardo Lerma.
En la parte inicial se observó un duelo de ida y vuelta, haciendo su trabajo los porteros José Peña y Édgar Blanco, de Azteca y Tecate respectivamente, hasta que vendría una incursión en el área de los “cerveceros”, resolviendo Yair Rico de manera efectiva para abrir el marcador y llegar así al descanso.
Obligados por estar abajo, los jugadores de Tecate intentaron por todos los medios surtir de balones a su hombre más adelantado que era Carlos “El Nejo” Moreno, pero la defensiva de los rojos se agrupó bien y evitó cualquier sorpresa.
Ya en el último tramo del partido, llegaría el segundo gol de Azteca por medio de Pablo Guevara, quien tomó un balón por aire para sacar un “fogonazo” que sacudió las redes de Tecate y establecer el 2-0 que no es definitivo pero si le dará cierta tranquilidad al conjunto rojo en la final de vuelta.