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junio 27, 2018 | 162 vistas

BOGOTÁ, Colombia, junio 26 (AP)

El presidente colombiano Juan Manuel Santos, quien dejará el cargo en pocas semanas, dice confiar en que su principal logro, el acuerdo de paz con las FARC, sobrevivirá pese a las duras críticas del que será su sucesor. “El acuerdo está blindado”, dijo Santos en una entrevista con The Associated Press en el palacio presidencial que en seis semanas será el despacho de Iván Duque.

“El hecho de ver a Timochenko votando por primera vez, como ex comandante del FARC y ahora jefe político del partido político, eso resume que el acuerdo funcionó”, dijo Santos el lunes en referencia al ex comandante de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia.

Destacó además que la Corte Constitucional ha fallado que el acuerdo es vinculante para los próximos tres períodos presidenciales.

Santos, de 66 años, ganó el premio Nobel de la Paz y numerosos elogios internacionales al firmar el pacto que puso fin a cinco décadas de conflicto que dejaron aproximadamente 260 mil muertos y siete millones de desplazados.

Sin embargo, en su país no es considerado profeta, pues su índice de aprobación es bajísimo y los colombianos están agriamente divididos sobre el acuerdo. Una encuesta reciente halló que su índice de aprobación es de apenas 20 por ciento.

Santos le dejará a Duque una serie de desafíos difíciles, entre ellos un aumento de la actividad delictiva en zonas evacuadas por las FARC donde se registró un alza de la producción de cocaína el año pasado, según un reporte de la Casa Blanca difundido el lunes. Tendrá que lidiar con la grave crisis política y económica en la vecina Venezuela, desde donde más de un millón de personas han buscado refugio en Colombia, abrumando los ya escasos servicios de salud y bienestar social.

Sin embargo, el desafío -y la oportunidad- más grande de lejos es la implementación del acuerdo de 310 páginas. Si bien unos siete mil combatientes han depuesto las armas y se están incorporando a la vida civil -lo que Santos llama “la parte ambiciosa” del acuerdo-, apenas está comenzando el desarrollar económicamente las olvidadas zonas rurales del país, lo que enfrenta duros desafíos de seguridad y presupuesto.

Muchos colombianos consideran que Santos cedió demasiado a los guerrilleros, algunos de los cuales están señalados de haber cometido atrocidades graves. Su sucesor, Duque, ha prometido “corregir” el acuerdo, empezando con la revocación del derecho de los ex rebeldes a ocupar escaños en el Congreso aun sin confesar sus crímenes y sin pagar compensación a las víctimas.

Esta semana, bajo instrucciones suyas, su partido bloqueó una ley que era necesaria para establecer tribunales con el mandato de escuchar testimonios de antiguos combatientes, provocando un estancamiento con Santos y colocando en riesgo la promesa de justicia para las víctimas.

Santos dijo que nunca ha estado obsesionado con las encuestas, afirmando que sigue el ejemplo del primer ministro británico Winston Churchill de hacer lo correcto aun cuando no sea popular. Aun así, dijo que espera que con el tiempo los colombianos lo recordarán como alguien que trabajó incansablemente por la paz y la modernización de un país afectado por la pobreza, la violencia política y la desigualdad social.

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