México, 28 Jun (Notimex).- El impacto del ser humano a lo largo del último siglo ha sido tal que podría asegurarse que es el responsable de lo que podría ser la “sexta extinción masiva” del planeta, advirtió el director del Laboratorio de Ecología y Conservación de Fauna Silvestre de la UNAM, Gerardo Ceballos.
Al dar a conocer el resultado de uno de sus trabajos más recientes, recordó que en los últimos 600 millones de años el planeta ha registrado cinco extinciones masivas “y no se exagera al decir que está iniciando una más”.
Explico que, de acuerdo con sus estudios, la tasa de desaparición usual de vertebrados -y que ocurre todo el tiempo-, determina que hace dos millones de años debían pasar 10 décadas para que, de cada cinco mil especies desapareciera una.
Sin embargo, los análisis recientes revelan que en la actualidad, dicho ritmo se ha acelerado hasta en un centenar de veces, “es decir, el hombre ha acabado en sólo un siglo con las especies que a la naturaleza, en condiciones normales, le tomaría 10 mil años extinguir”.
El investigador del Instituto de Ecología advirtió que este problema es tan grave que, de no tomarse las medidas requeridas, la civilización podría colapsar en tres o cuatro décadas, “y ya hay indicios de que vamos por ese camino”.
Explicó que actualmente dos mil millones de personas en el mundo no tienen acceso continuo al agua potable y mil 800 millones no pueden comer todos los días, por ello “si no se hace algo, todos estos conflictos, hoy locales, tendrán un alcance globlal”.
Destacó que a fin de evitar el agravamiento de estos escenarios, es preciso actuar de forma inmediata, pues las plantas y animales silvestres son la base de los servicios ambientales.
Los estudios de Ceballos señalan que estás afectaciones han generado un efecto dominó que, además de incidir en el número de variedades desaparecidas, ha mermado las existentes.
“Tras analizar 27 mil 600 especies de vertebrados (mamíferos, aves, reptiles, anfibios y peces) vimos que más del 30 por ciento de sus poblaciones está decreciendo, y hablamos de todo tipo de animales, desde los comunes, como la golondrina, hasta los muy raros o amenazados. La variedad y abundancia biológica están en peligro”, advirtió.
De hecho, aseveró que la situación es ya insostenible, ya que algunos cálculos revelan que de 1970 a la fecha se han perdido tres quintas partes de todos los animales silvestres, lo que significa que tenemos 60 por ciento menos de hipopótamos, rinocerontes, venados, ballenas y demás seres no domesticados.
No obstante, en medio de un escenario tan desalentador, Ceballos mencionó que es posible revertir algo del daño, de ahí que se encuentre trabajando en la iniciativa Alto a la Extinción (Stop Extinction).
Esta iniciativa busca, de forma similar a los tratados internacionales contra el cambio climático y al Protocolo de Kioto, el aval de la mayoría de los países para salvaguardar la biodiversidad.
En un comunicado de la UNAM, el investigador explicó que esta iniciativa está en fase inicial, y no será sino hasta 2019 cuando se dé información concisa.
Aún así, aseguró que se lanzará en México, “pues deseamos que sea un proyecto abanderado por naciones en desarrollo como la nuestra” para dar un mensaje firme a gobiernos cuyas políticas “hacen daño a un medio ambiente que no nos pertenece”.