¡El milagro de la batalla en Moscú fue para la Federación de Rusia! El anfitrión, de manera totalmente inesperada, eliminó en penales 4-3 a una de las máximas favoritas a levantar la Copa del Mundo, España, en un partido agonizante, dificilísimo, donde la Roja hizo todo el desgaste, pero el muro y corazones rusos fueron inquebrantables para avanzar a Cuartos de Final, en un encuentro que terminó empatado a uno en el tiempo regular.
La Roja volverá a casa muy temprano en el torneo, porque además de que nunca pudo atravesar a Rusia, a la hora buena de los penales, fueron Koke Resurrección y Iago Aspas los que fallaron frente a un Igor Akinfeev monstruoso, que tuvo el respaldo de toda una nación en esa portería y que despidió a los ibéricos en Octavos de Final.
España parecía que iba a tener un partido sin mayores sobresaltos, porque apenas a los 11 minutos se encontró con un gol de manera fortuita, gracias a un autogol del defensa, Sergei Ignashevich, en su intento por detener a Sergio Ramos dentro del área chica, quien buscaba el remate tras un cobro de tiro libre.
Amo y señor de la pelota, La Roja encontró en los pases laterales la forma perfecta de diluir el encuentro, porque a Rusia tampoco le interesaba tener el dominio del esférico. Sin embargo, a España le pasó lo mismo que le ha sucedido durante toda esta Copa del Mundo, cae en letargos muy largos, en los que invita al rival a crecer y establecer sus condiciones; parece que a España se le acabó su contundencia en las Eliminatorias porque en este Mundial, le ha costado mucho dominar en los encuentros.
Y a eso se apegó Rusia. Consciente de sus carencias, pero con el corazón del “ropero” Artem Dzyuba y la velocidad de, Aleksandr Golovin, el anfitrión fue avanzando poco a poco, paso a paso, sin desesperarse, en tanto que atrás mantuvo siempre su orden defensivo, desconectando a la Roja, deshaciéndole los circuitos.
La recompensa llegó también en el primer tiempo para Rusia, porque Gerard Piqué cometió un error impropio de su trayectoria, al ir por una pelota en el aire con la mano extendida impactando el esférico luego del remate de Dzyuba con la cabeza. Penal inobjetable y el propio Artem se encargó de cobrarlo engañando al portero, David De Gea quien nada pudo hacer.
Y así, el boleto a Cuartos que parecía que España iba a lograr sin sudar la camiseta, se convirtió en todo un parto, porque el técnico ruso, Stanislav Cherchesov, decidió prescindir de su mejor hombre, el goleador Dzyuba, reforzó su defensa y la convirtió en un muro tan sólido como el mismo Kremlin.
Invitó a los caballos ibéricos a atravesarlo, pero contaba con que la desesperación se los fuera comiendo poco a poco hasta devorarle las ideas, hasta que el cansancio los derrotara y en el tiempo extra, con un contragolpe consumara el milagro de Moscú, aunque sus soldados también ya habían hecho un gran despliegue físico que les había cobrado factura.
La fatiga fue demasiada para ambos equipos en los treinta minutos posteriores y aunque España siguió apedreando el muro tanto como pudo, sobre todo luego de la entrada de Rodrigo Moreno, el guardián, Igor Akinfeev, estuvo atento cuando se le requirió para intervenir con buenas atajadas, por lo que el boleto se resolvió hasta los siempre dramáticos penales, donde Rusia fue el vencedor.
Así, el anfitrión seguirá su camino en la Copa del Mundo en Cuartos de Final, donde espera al vencedor del juego entre Croacia y Dinamarca, para verse las caras el próximo sábado en el Fisht Stadium en Sochi.