diciembre 15, 2024
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julio 2, 2018 | 242 vistas

SAMARA, Rusia (AP) – Tras el silbatazo que sentenció una nueva eliminación en el Mundial, Rafael Márquez se dio el tiempo de consolar a compañeros que sí terminaron el partido y lloraban. Luego, se persignó, miró al cielo y desapareció por el túnel del estadio.

Jamás volverá a entrar en la cancha, ni con la selección ni con club alguno.

Después de cinco Copas del Mundo y una carrera de casi 22 años, Rafael Márquez tuvo un triste final el lunes, cuando México cayó ante Brasil. Por séptimo Mundial consecutivo, el Tri naufragó en los octavos de final.

«No es el final que se ha querido querido, se acerca a Rusia buscando cosas grupalmente y no individualmente», dijo Márquez al final del encuentro. «Quizá no tomas tanta importancia por la forma en que se da esto».

Márquez, uno de los futbolistas mexicanos más exitosos de la historia, fue la gran sorpresa en la alineación titular y jugó los primeros 45 minutos, en los que ayudó a preservar el empate sin goles. Pero el zaguero se separó de la arena en el centro de Samara, al lado del resto de los mexicanos por otro intento de caer en la huída de los cuartos de final fuera de casa.

«Nos sentimos orgullosos por el partido que hicimos, tuvimos algunas oportunidades de gol contra un equipo que aspira al título, por eso nos sentimos orgullosos de lo demostrado hoy», dijo Márquez. «Nos vamos con la cara en alto … tristes por estar fuera del Mundial y habernos propuesto otra cosa».

El exdefensa del Barcelona, ​​quien había anunciado que Rusia 2018 era el último torneo de su carrera, disputó 148 encuentros con su selección, la tercera cifra más alta en la historia para un mexicano. Deja como legado la marca de más partidos en Copas del Mundo para un futbolista azteca, con 18.

Además, es junto a Cuauhtémoc Blanco y Javier Hernández, uno de tres jugadores del Tri con goles en tres Mundiales distintos.

En Rusia, el veterano de 39 años registró su nombre en el libro de récords al disputar su quinto Mundial para unirse a su compatriota Antonio «Tota» Carbajal y el alemán Lothar Matheus. Pero en su último mundial jugó solo 83 minutos en tres cotejos distintos: 22 ante Alemania, 16 frente a Corea del Sur, ambas veces sustituyendo a Andrés Guardado y los 45 contra Brasil.

Para el comienzo del segundo tiempo, Miguel Layún reemplazó a Márquez. Poco después vino el gol de Neymar que abrió la puerta para que Brasil triunfara por 2-0.

Matheus estuvo 314 minutos sobre el campo en cuatro de los cinco encuentros que Alemania disputó en Francia 1998, su quinto Mundial. Carbajal apareció 90 minutos en un choque ante Uruguay por la primera fase de Inglaterra 1966, también en su quinta Copa.

El adiós de Márquez fue triste no solo por lo que estaba dentro del campo, sino fuera de él.

En agosto, fue sancionado por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, por su relación con un narcotraficante de la ciudad de Guadalajara, donde reside.

Márquez negó tener vínculos con el crimen organizado y una cadena para limpiar su nombre. Pero sigue en la lista de sancionados y desde que entró en la frontera final para Rusia hasta el último entrenamiento, lo hizo con una camiseta sin anuncios de patrocinadores, recelosos de vincularse con él.

En Rusia, Márquez tampoco apareció en un escenario público fuera del campo porque así lo hizo con la Federación Mexicana para evitar un posible conflicto con un patrocinador.

La sanción del Tesoro es una empresa que tiene relaciones con Márquez, y uno de los patrocinadores más grandes de Tri Coca-Cola.

Márquez debutó en México con el club Atlas cuando tenía 17 años. Tres temporadas más tarde emigró al Mónaco francés, donde fue campeón en su primera temporada.

En 2003 fue adquirido por el Barcelona, ​​con el que vivió siete años de gloria. Ganó las ligas del 2005, 2006, 2009 y 2010, así como los Campeones de 2006 y 2009. En ese último año se coronó en el Mundial de Clubes.

Después de eso militó con los Red Bulls de Nueva York y volvió a la liga mexicana en el 2012 para incorporar al León, con el que logró un bicampeonato.

El zaguero volvió a Europa en el 2014 para jugar con el Hellas Verona y de nueva cuenta retornó a un suelo mexicano, con el Atlas, donde pasó los últimos tres años de su carrera y se retiró este año.

«Rafa», mundialista en Corea del Sur 2002, Alemania 2006, Sudáfrica 2010, Brasil 2014 y Rusia 2018, se alista ahora para una vida sin el fútbol.

«Por ahora voy a disfrutar el tiempo libre, han sido 22 años de trayectoria ininterrumpida y en el futuro seguro estaré metido en el fútbol», dijo.

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