BUENOS AIRES, Argentina, julio 2 (Notimex)
La derrota de la selección argentina de futbol ante Francia el sábado pasado marcó el fin del ciclo para Jorge Sampaoli al frente del equipo, a pesar de que tenía contrato para dirigirlo hasta después del Mundial de Qatar 2022.
Esta es la sentencia que recorre los pasillos de la Asociación del Futbol Argentino (AFA) y se repite en las páginas de los diarios y en los comentarios deportivos en los medios electrónicos, portales y redes sociales en medio de la frustración mundialista en Rusia 2018.
La escuadra argentina dejó el torneo con un triste saldo de una victoria, un empate y dos derrotas que la dejaron afuera de la competencia en octavos de final en el que, además, pudo ser el último mundial de Lionel Messi, la máxima estrella del conjunto albiceleste.
El destino de Sampaoli, el octavo director técnico de Argentina en ocho años, comenzará a definirse mañana cuando regrese a Buenos Aires desde Moscú para reunirse con Claudio Tapia, el presidente de la AFA.
Aquí ya se da como un hecho que tanto Tapia como Daniel Angelici, el dirigente y amigo cercano del presidente Mauricio Macri, quieren que el técnico renuncie sin pedir el pago de la millonaria cláusula de rescisión del contrato que firmó cuando se hizo cargo de la selección.
El problema para la AFA, un organismo que arrastra problemas de financiamiento y corrupción, se comprometió a pagarle 22 millones de dólares a Sampaoli si lo echaba antes de 2022.
Con el fracaso del Mundial a cuestas, ahora se apuesta al desgaste de un técnico criticado por carecer de una estrategia clara, haber cambiado al equipo en los 15 partidos en los que dirigió a la selección y ceder ante las presiones de los jugadores para consultarles tácticas de juego.