México, 4 Jul (Notimex).- El presidente del Consejo General del INE, Lorenzo Córdova Vianello, informó que los 300 distritos electorales iniciarán hoy el conteo de poco más de 54 millones de sufragios, resultado de los comicios del domingo pasado, lo que representa el recuento más grande de votos en la historia electoral del país.
Al intervenir en la sesión de este Consejo, el representante del Instituto Nacional Electoral (INE) expresó que este miércoles comienza una etapa clave del proceso comicial, y detalló que de acuerdo a las cifras preliminares en el reconteo de los paquetes electorales, para la elección presidencial se estima es de un 79 por ciento (155 mil paquetes).
“Está por empezar el recuento más grande de votos de la historia, con cifras y porcentajes que nunca habíamos visto; hasta ahora el porcentaje más alto había sido del orden de 66 por ciento de los paquetes”, refirió.
Indicó que el conteo no es sólo para la elección presidencial, sino también para la elección de senadores de la República, con un reconteo preliminar de 76.70 por ciento, y de 76.01 por ciento para la elección de diputados federales.
Estos resultados ya son los definitivos y de no presentarse impugnaciones, los consejos distritales entregarán las constancias de mayoría a los candidatos diputado y los consejos estatales a los aspirantes al Senado, indicó.
Córdova Vianello dijo que se debería considerar reducir la cantidad de recuento de los votos por errores o incidencias menores, pues en el caso de la elección presidencial la diferencia entre el primero y segundo lugar es de casi 30 por ciento, con lo que la revisión de los votos no modificaría los resultados.
Dio a conocer que de acuerdo con los primeros reportes de los consejos distritales, 86 por ciento de las actas de los paquetes electorales a recontar se debe a un error aritmético mínimo que no afecta en nada a la votación, sino la diferencia entre boletas entregadas y personas que votaron.
En este sentido, el consejero presidente llamó a reconsiderar los altos costos de la desconfianza, la cual, apuntó, también se debe a la responsabilidad o falta de ésta de los actores políticos.
“Ya va siendo tiempo de que empecemos a repensar el costo y el desgaste que tiene la desconfianza. Creo que esta será una buena lección de la que tenemos que aprender todos y eventualmente dejar atrás etapas que no arrojan nada positivo y que simple y sencillamente desconfían de la única persona que en democracia no debe desconfiarse, de las y los ciudadanos, esos millones de héroes democráticos que han hecho su trabajo y que lo han hecho bien”, afirmó.
Subrayó que conforme los datos preliminares, la elección presidencial se ha resuelto con un margen de distancia entre el primero y segundo lugar que no se veía en casi 40 años, además de que los candidatos presidenciales, con una vocación democrática, reconocieron los resultados de los comicios.
Recordó que en las elecciones de 2009, 2012 y 2015, con el proceso de recuento no se encontraron errores que pudieran cambiar un resultado electoral, y que lo mismo sucederá con los comicios de este año.
Aseguró que ese 86 por ciento de inconsistencias en las actas es mínimo porque son errores aleatorios producto del trabajo de ciudadanos que en esta ocasión, incluso a las cuatro de la mañana del 2 de julio seguían contando votos en virtud de la figura de la casilla única.
“En México, los votos se cuentan dos veces por la desconfianza, los cuentan los ciudadanos imparciales previamente seleccionados y luego los cuentan los funcionarios electorales en presencia de los partidos políticos porque no se confía en los ciudadanos”, enfatizó.
Por su parte, el consejero Marco Antonio Baños hizo un llamado a la civilidad y conciencia civica de los actores políticos para que el conteo se efectúe de la mejor manera.
Consideró que se debería pensar en procesos menos complicados, como la casilla electrónica, pues el modelo de casilla única representa mucho trabajo, sobre todo que en esta ocasión se realizaron hasta seis elecciones.
A su vez, el consejero Ciro Murayama dijo que el recuento puede representar una falta de respeto para los ciudadanos que voluntariamente, elegidos al azar y que con responsabilidad democrática, fungieron como funcionarios de casilla y se encargan del primer conteo de votos.