RÍO DE JANEIRO, Brasil, julio 8 (Notimex)
El juez federal brasileño Rogério Favreto ordenó este domingo la liberación del ex presidente Luiz Inacio Lula da Silva, arrestado desde el pasado siete de abril, acusado de actos de corrupción y lavado de dinero, pero otro juez le pidió a la policía no acatar la orden por ahora, sin quedar claro si el mandatario realmente quedará en libertad.
Favreto, juez del Tribunal Regional Federal de la 4a Región (TRF-4), con sede en Porto Alegre, decidió conceder la libertad al ex presidente brasileño, en espera de un recurso de apelación por corrupción, según un reporte del diario O Globo en línea.
La orden del juez establece la suspensión de la ejecución provisional de la pena y la liberación inmediata de Lula da Silva.
Arrestado desde el siete de abril de este año en Curitiba, Lula da Silva, de 72 años de edad, fue condenado en el marco de la Operación Lava Jato, por actos de corrupción pasiva y lavado de dinero.
Sus abogados sostienen que no se le debió haber encarcelado hasta que hayan concluido todas las apelaciones.
El juez Sergio Moro, quien condenó al ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva en primera instancia por corrupción, cuestionó la competencia del magistrado que ordenó la libertad del ex jefe de Estado, y pidió a la policía no acatar la orden por ahora.
En un auto, Moro señaló que el juez federal de turno Rogerio Favreto es “absolutamente incompetente” para ordenar la libertad de Lula, después de que la octava sala del Tribunal Regional Federal de la Cuarta Región le condenara en segunda instancia y la Corte Suprema votara a favor de su arresto para el cumplimiento de la pena.
Favreto, del Tribunal Regional Federal de la Cuarta Región (TRF-4), con sede en Porto Alegre, concedió un ‘habeas corpus’ a Lula y determinó la suspensión de la ejecución provisional de la pena en “régimen de urgencia”.
Favreto reiteró en un nuevo documento que la puesta en libertad de Lula, el primer ex presidente de Brasil condenado por un delito común, debe ser “inmediata”.
Entre los argumentos de Favreto, alegó que la prisión del ex presidente le impide ejercer sus derechos como precandidato a la Presidencia, a pesar de que se encuentra virtualmente inhabilitado por ley después de la condena en segunda instancia.
Lula fue condenado hace un año por el juez Sergio Moro, encargado en primera instancia de las investigaciones del caso Petrobras, a nueve años y seis meses de prisión por los delitos de corrupción pasiva y lavado de dinero.
La pena fue ampliada en segunda instancia a doce años y un mes de cárcel por la octava sala del TRF-4 de Porto Alegre, que determinó la prisión del ex presidente antes de las apelaciones en instancias superiores.
Los abogados de Lula argumentan que no se debió haber encarcelado al ex mandatario hasta que hayan concluido todas las apelaciones.
La Justicia dio por comprobado que Lula, quien gobernó Brasil entre 2003 y 2010, se benefició de un apartamento en una playa de Sao Paulo a cambio de favorecer a la constructora OAS en la adjudicación de contratos públicos de la petrolera estatal Petrobras.
El ex mandatario, quien ha reiterado su candidatura para las elecciones presidenciales de octubre, cumple la pena desde abril en la sede de la Policía Federal de Curitiba, capital del sureño estado de Paraná y epicentro de las investigaciones de la operación Lava Jato.
