Shalma Castillo.-
La pasión de viajar y el futbol, los llevó hasta el Mundial…
Su afición por el TRI, fue toda una aventura, sufrieron, pero también gozaron…
Algunos tamaulipecos que tuvieron la oportunidad de asistir a Rusia, nos comparten la experiencia del Mundial 2018.
KENIA Y EDWIN, LOS HERMANOS BANDA
Por la mente ni les pasaba que pudieran asistir a un mundial, pero Kenia ahora que está viviendo en Eslovaquia, no muy lejos de Rusia, no iba a dejar pasar ese evento…
“A diferencia de muchas personas, yo no planeé con tiempo este viaje, fue algo que surgió porque estoy cerca y la fiesta se debe poner buena, así que decidí viajar, según yo, solo el fin de semana y sin entrar a ningún partido”, platica Kenia.
Y así comienza todo… seis meses antes de iniciar el mega evento empieza a investigar cómo puede obtener la visa para entrar a Rusia.
“Empecé a investigar, y fui a dar a un grupo en facebook llamado ‘Corazón Azteca’, la verdad, súper organizado y con reglas estúpidamente estrictas, pero creo que a eso le deben el éxito. Gracias a ese grupo me enteré de un buen de cosas, conocí personas bien chingonas, y cambié de opinión, decidí comprar boletos para los partidos”.
Conseguir los boletos, la locura…
Kenia, dice que fue toda una odisea el poder comprar las entradas a los partidos, pues no se trataba de solo dar un tarjetazo y ya.
“Conseguir boletos para entrar al estadio es la parte más difícil de ir a un mundial”.
El proceso de ventas se divide en varias fases, TICKETS FIFA, y Kenia se perdió la primera, así que aplicó en la segunda fase, se registró y esperó a salir sorteada, quería dos boletos para México- Alemania y para Argentina- Islandia, pero no consiguió nada.
El plan era ir acompañada, pero no tenía con quién, así que le insistió y le insistió a su hermano Edwin para que se animara, hasta que le dijo que sí, que sí iba con ella.
“Ahora con más razón había que conseguir boletos, él viajaría a Rusia exclusivamente al primer partido de México”.
Al llegar el día de la siguiente fase, la cual era por orden de solicitud, es decir todos se conectaban a la misma hora y el que tuviera suerte y entrara al sistema, con más suerte podía comprar boletos.
Kenia, desde muy temprano se “formó” online, para ella en Europa era de día, para su hermano en México eran las tres de la mañana.
“Edwin logró entrar al sistema muchísimo antes que yo, pero la venta era una verdadera locura, cuando él quiso comprar, el sistema no le aceptó el pago, así que era mi turno, mi fila parecía no avanzar, pasé horas y horas frente a la computadora, y es que, si el sistema de inscripciones de la universidad se colapsa a inicio de semestre, imaginen todo el mundo queriendo entrar al sistema FIFA al mismo tiempo”…
Así que después de muchísimo tiempo logró entrar, pero ya no había boletos para “buenos” partidos y compró entradas para Egipto vs Arabia Saudita, solo para obtener el Fan ID (tipo de Visa para entrar a Rusia, que solo se otorga a personas que compran boletos FIFA).
Así pasaban los días y los nervios de no encontrar boletos para el partido de la selección se apoderaban de Kenia, por lo que decidió intentar buscar reventa pero los precios eran exageradísimos… dice que con mucha suerte encontraba en 500 dólar, pero por lo general andaban de 700 dólar para arriba.
“Un precio que no podía pagar y que además nadie me aseguraba que los boletos fueran reales o que me fueran a ser entregados”, expresa.
Llegó el día de la tercera fase… la venta comenzó… “yo tenía que trabajar, lo que hacía más complicada la compra, tenía que intentar desde mi celular y mientras daba clase a mis alumnos. Pero algo pasó, de la nada me suspendieron mis clases y volví a casa, ¡sabía que era una señal!, llegué y prendí la computadora e intenté entrar al sistema, al mismo tiempo en mi celular”…
“Cuando llegó la hora, logré entrar en el celular rapidísimooooo, no lo podía creer, pero el maldito sistema no me dejaba agarrar boletos a los minutos, logré entrar en la compu y aventé el celular, en la compu era mucho más fácil, intentaba e intentaba pero no me dejaba agarrar los boletos para el partido de México – Alemania”…
“Así que me di por vencida y elegí otros, uno para la inauguración y otro para Portugal-Marruecos, hasta ahí mi suerte ya era mucha, eran de los partidos más difíciles de conseguir. Volví a intentar y de repente aparecieron, agarré dos boletos para el partido contra Alemania”….
“Comencé a temblar, no podía con tanta adrenalina, me dio mucho miedo que ni quisiera encontraba los datos de Edwin para registrarlo, como pude le escribí en Whatsapp, el sistema solo me daba cinco minutos para pagar o perdería los boletos, y así fue como conseguí boletos para tres partidos de la inauguración: Rusia vs Arabia Saudita, México vs Alemania y Portugal vs Marruecos, todos a precio FIFA, en la última fase, sin pagar cantidades súper elevadas“.
Llegó el día, y Kenia no podía creerlo, estaba en el Mundial…
De las experiencias que más le marcaron, sin duda el histórico partido de México contra Alemania.
Pues desde que empezó el día, salieron a comer súper rápido para irse a la caravana, caminar alrededor de dos kilómetros con miles de mexicanos cantando y gritando, mientras todos los rusos grababan esas olas de personas con playera verde… “¡era impresionante”.
Al llegar al estadio, no creía que estaba a siete filas del campo, que eso fue una suerte porque sus boletos en un principio eran hasta arriba, y logró hacer un cambio con otro mexicano.
“Cuando cayó el primer gol ni siquiera me lo esperaba, fue un festejo enorme, gritamos, cantamos, lloramos de emoción”.
“Cuando terminó el partido fue el momento que más se me marcó, lo que se me va a quedar grabado para toda la vida, ya que ganó México mi hermano estaba cantando con los puños cerrados y como niño chiquito, yo nunca lo había visto tan feliz, realmente con una pasión, no puedo describirlo era demasiado, y esa imagen es la que más se me quedó grabada, el entonar el Himno Nacional también, ni en la escuela lo cantábamos tan fuerte, se te pone la piel chinita”.
Allá, todos los mexicanos son uno mismo, pues dice que todos se ayudan de cierta forma aunque ni se conozcan; “un mexicano me trajo chiles jalapeños, fue el mismo que me cambió los boletos, otra mexicana me trajo una playera, otra chava sin conocerme me trajo un sombrero”.
De esta experiencia aprendió a no dejarse llevar por estereotipos; pues a pesar que vive en Europa, ha tratado de no cerrarse a estereotipos, que los mexicanos son así, o los ingleses de tal forma; “yo tenía una imagen muy mala de Rusia, cuando llegué me cambió totalmente y no solo a mí sino todos los mexicanos, nos dimos cuenta que los rusos son súper diferentes a como te los platican fríos, enojones, y no lo son”…
MILTON Y HUGO, LOS CUATES JIMÉNEZ SUSTAITA
El sueño de estos hermanos, siempre había sido vivir la experiencia de un mundial, e incluso ser futbolistas profesionales…
Pero el propósito de lograrlo nació hace dos años, desde el inicio del proyecto “Los Kamas”.
El ir al Mundial se volvió una meta a cumplir, haciendo sacrificios y trabajando para ello.
Planear como tal el viaje a Rusia, inició un año atrás de la fecha, Milton tuvo que irse por más de tres meses a Estados Unidos para trabajar y ahorrar.
Cada fin de semana trabajaban en eventos fuera de Victoria y conseguían más recurso, dejaron la vida social, fiestas, cenas e idas al cine, todo con tal de economizar, pues había una prioridad.
Una vez teniendo el recurso, empezaron a checar bien todo sobre el Mundial y a buscar los vuelos.
El momento llegó… estaban en Rusia sin boletos para partidos ni tenían el Fan ID… así se fueron a la aventura…
Pero ni ellos lo habían imaginado, pues lograron asistir a cinco partidos.
“El día de la inauguración llegamos al estadio, ya habíamos conseguido Fan ID, y en ese día entre la multitud que se me pierde, pero de suerte diez minutos después logré recuperar el mismo Fan ID que había perdido, y antes de comenzar el partido se acercó un revendedor y me vendió los boletos a precio normal y entramos a la inauguración”.
De los momentos más emotivos del viaje, es cuando fueron a Rostov, ya que eso no estaba dentro de los planes.
”En Moscú todos decían que ya no había transporte, que estaba muy lejos pero no nos importó y nos fuimos a la estación del tren, y yo el inglés lo domino muy poco, y por decirlo; eso era un impedimento, pero afortunadamente de los voluntarios había una chava que hablaba español”…
“También habían más mexicanos que no querían ir a Rostov porque era un día en tren y vendían sus boletos del partido, le tomé una foto al boleto de un chavo para ver si se lo compraba y con esa foto y el Fan ID le pedimos a la chava que nos ayudara para poder ir, porque se necesitaba en físico el boleto, pasaporte y Fan ID, solamente llevábamos el Fan ID, el pasaporte estaba en el hotel”…
“Le insistimos a la chava y nos ayudó para tener el boleto del tren gratis y eso era prácticamente imposible, pero lo hicimos y nos fuimos, fue una bonita experiencia, nunca nos habíamos subido a un tren y mi abuelita nos prometió de chiquitos que nos iba a llevar a un viaje en tren a todos sus nietos y fue padre cumplir ese sueño, además conseguimos boletos para los partidos y juntos porque era muy difícil encontrar lugares juntos”.
Sin planearlo pudieron asistir a los partidos de Rusia vs Arabia Saudita (Inauguración) en Estadio Luzhniki en Moscú , México vs Alemania en el mismo campo.
México vs Corea del Sur, Rostov Arena en Rostov, Francia vs Dinamarca, Estadio Luzhniki en Moscú y México vs Brasil, Samara Arena en Samara.
“El ambiente es muy padre, es raro que se anden peleando, los mexicanos llamamos mucho la atención, traes la Bandera o algo referente a México y la gente se quiere tomar fotos contigo, en la televisión dicen que los rusos son muy secos pero es mentira son muy amigables, toda la gente quiere a los mexicanos convivimos con peruanos, colombianos, costarricenses, rusos de muchos lados, parecemos amigos de toda la vida no importa la clase social, ahí eres uno más”…
Al llegar al mundial la advertencia de quienes han vivido otros eventos de ese tipo, fue clara, que ir a un Mundial se vuelve adicción, vas una vez y ya no paras…
Y sí, dice Milton que si Dios les permite, en cuatro años van a estar en Catar.
“Cuando te propones una meta hay que sacrificar cosas, si estas firme lo vas a lograr… los sueños se cumplen…”