Con el avance de la tecnología, los polleros ya no arriesgan su libertad al cruzar a indocumentados hacia Estados Unidos, pues utilizan el WhatsApp para proporcionar la ruta a seguir en la frontera.
Todo inicia con el “talón”, es decir, personas que se dedican a captar a los recién llegados a la frontera y con intenciones de cruzar. El cobro es de cinco o seis mil dólares, doce mil si es por una garita, ya que para eso se usan documentos falsos, robados o rentados.
Pactado el trato, los “pollos” o “pollitos”, si son menores de edad, permanecen en una especie de casa de seguridad llamada “clavo” durante al menos tres días, sin permiso para salir.
Llegado el día del “brinco” o cruce, los pollos son trasladados a bordo de alguna camioneta panel o minivan hacia la frontera, donde en lugar de acompañarlos hasta territorio estadounidense, actualmente optan por enviarles la ruta a seguir vía WhatsApp.
En el caso de los menores de edad, pueden utilizarse las “welferas”, mujeres que van y vienen entre ambos países haciendo pasar como sus hijos a los pollitos, ya que las autoridades solo necesitan un acta de nacimiento para darles el paso.
Pese a ser una de las formas más comunes para cruzar, los polleros están perdiendo fuerza en la frontera a raíz de la política migrante Tolerancia Cero del presidente Donald Trump.
Con información de: lopezdoriga.com