México, 31 Jul (Notimex).- Investigadores de la Universidad de Stanford desarrollaron un nuevo biosensor portátil que, en forma de parche, mide la cantidad de cortisol en el sudor de una persona, es decir, el estrés emocional.
Al tomar un poco de sudor, el dispositivo revela cuánto cortisol produce una persona. El cortisol es conocido como la hormona del estrés, pero está involucrado en diversas funciones fisiológicas importantes como la presión sanguínea, el metabolismo, la respuesta inmune y la formación de memoria, entre otras.
Los niveles de la hormona cortisol sube y baja de forma natural durante todo el día y puede aumentar en respuesta al estrés, pero los métodos actuales para medir esos niveles requieren varios días para esperar los resultados de un laboratorio.
El biosensor se desarrolllo en el Laboratorio del científico Alberto Salleo y con el participa el investigador posdoctoral Onur Parlak, quien explicó que «estamos particularmente interesados en la detección del sudor, ya que ofrece un monitoreo no invasivo y continuo de varios biomarcadores para una variedad de condiciones fisiológicas».
Las pruebas clínicas que miden el cortisol proporcionan un indicador objetivo del estrés emocional o físico en los sujetos de investigación y pueden ayudar a los médicos a determinar si la glándula suprarrenal o la glándula pituitaria del paciente funcionan correctamente.
De llevarse a la práctica, este dispositivo portátil podría permitir a las personas monitorear sus propios niveles en el hogar.
En un comunicado, la Universidad de Stanford informó que este desarrollo podría tener una aplicación más amplia, ya que una prueba rápida como esta podría revelar el estado emocional de los niños pequeños, incluso no verbales, que de otra manera no podrían comunicar que sienten estrés.
El equipo científico construyó el sensor elástico y rectangular alrededor de una membrana que se une específicamente al cortisol. Pegado a la piel, absorbe el sudor pasivamente a través de los agujeros en el fondo del parche.
Los iones cargados como el sodio o el potasio, que también se encuentran en el sudor, pasan a través de la membrana a menos que estén bloqueados por cortisol. Son esos iones los que el detecta el sensor.
Todo lo que un usuario necesita para ver los niveles de cortisol es sudar, aplicar el parche y conectarlo a un dispositivo para su análisis, que da resultados en segundos. En el futuro, los investigadores esperan que el sensor pueda ser parte de un sistema completamente integrado.