Alfredo Guevara.-
Cd. Victoria, Tam.- Por lo elevado de la temperatura y la ausencia de precipitaciones pluviales, los acuíferos de la mayor parte de los municipios de Tamaulipas han bajado sus niveles; no obstante, la demanda de agua potable se ha incrementado hasta en un 30 por ciento.
Lo anterior ha dado lugar a que la Comisión Estatal del Agua en Tamaulipas (CEAT) distribuya el líquido a través de camiones cisterna (pipas) y recurra al arrendamiento de otras unidades para abastecer a comunidades del área rural, así como zonas urbanas, e incluso a partes altas de las principales ciudades, confirmó Javier Pinto Covarrubias, director de la dependencia.
Citó que hay municipios como Burgos y Méndez, que se abastecen de manantiales de agua que se encuentran a unos 30 kilómetros de la cabecera, cuyos niveles han descendido, por lo que el líquido ya no llega como debiera ser, de ahí que se les esté proporcionando a través de los camiones cisterna.
Otro de los municipios que enfrenta esta problemática es Reynosa, pues, aunque ahí se dispone de una infraestructura más amplia, la ciudad, como Matamoros, Nuevo Laredo y otras, sigue en franco crecimiento, con la creación de nuevos fraccionamientos que, por consecuencia, requieren de más agua potable.
El director de la CEAT indicó que, de manera general, la dependencia está apoyando a comunidades como a las grandes ciudades por la alta demanda de agua y la poca distribución que se tiene en las tuberías, como resultado de lo escaso que se encuentran los acuíferos.
Pinto Covarrubias comentó que la CEAT dispone de poco más de 25 unidades que están trabajando de manera continua, además de otros equipos rentados para llevar el agua a los diferentes sectores poblacionales, en aras de dar respuesta a las necesidades de las familias.
Cada pipa, dependiendo del volumen de agua, tiene capacidad para dar respuesta a un promedio de 150 familias, explicó.
El director de la CEAT adujo que la problemática la enfrentan la mayor parte de los municipios de la entidad, producto de lo elevado de la temperatura ocasionado por el periodo de la canícula y la ausencia de precipitaciones pluviales, que han ocasionado una baja en la capacidad de respuesta de los acuíferos.