diciembre 11, 2024
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agosto 3, 2018 | 1124 vistas

ORLANDO, Florida, EE.UU. (AP) – La hija estadounidense de 16 años de un ex infante de Marina finalmente estalló en llanto debido a la separación de su familia.

Alejandra Juárez, madre de la adolescente, optó por regresar a México en vez de que la expulsaran con las manos esposadas porque ya tenía todos sus recursos para evitar la deportación.

«Mi mami es buena persona. No es una delincuente «, dijo Pamela, mientras insultaba a la agencia de inmigración antes de que su madre se registrara para su vuelo en el Aeropuerto Internacional de Orlando.

Alejandra y Temo Juárez, propietaria de un negocio de tejidos, víctima de un problema en Pamela y Estela, hija de ambos de 8 años, en la localidad de Davenport, en el centro de Florida, hasta 2013, cuando quedó expuesta la condición migratoria de la mujer durante un control de tránsito.

Después, Alejandra tuvo que presentarse en forma periódica ante la autoridad del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos (ICE por sus siglas en inglés), que antes se enfocaba principalmente en objetivos prioritarios, como personas con antecedentes criminales.

Temo nunca imaginó que su voto a favor del presidente Donald Trump afectaría a su familia. Todo antes de la aplicación de la política de Trump de «tolerancia cero» hacia los inmigrantes ilegales.

Ahora, la familia Juárez quedó dividida en dos: Estela se irá a México con su madre cuando esta se mantenga mientras Temo cuidará una Pamela y se hará cargo de los gastos.

Alejandra intentó naturalizarse en 2001, pero su solicitud fue rechazada porque la acusó de hacer una declaración falsa en la frontera cuando buscó asilo en 1998, dijo su abogado, Richard Maney. El abogado dijo que se preparó una Alejandra sobre su situación y ella afirmó que las autoridades que habían estudiado poco tiempo en Memphis, Tennessee, y entonces los funcionarios fronterizos pensaron que él estaba en forma falsa que era ciudadana estadounidense.

El representante federal demócrata Darren Soto, de Florida, que no logró votar en el Congreso a favor de una iniciativa que autorizara la permanencia de Juárez describió la situación de la mujer como una desgracia.

«No vamos a cejar», declaró Soto mientras daba un abrazo a Alejandra en el aeropuerto.

«Es una absoluta desgracia del gobierno de Trump la deportación de una cónyuge patriótica», declaró el legislador. «Su esposo, Temo, sirvió con los Marines … mientras ella estaba en el hogar, en el frente del hogar, criando un dos jovencitas. ¿Qué justicia es esta?

Alejandra decidió al final «autodeportarse» a México en vez de entregarse para que la detuvieran y la expulsaran después.

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