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agosto 12, 2018 | 123 vistas

CIUDAD DE MÉXICO, agosto 11 (Agencias)

El mexicano Josimar Altamirano Márquez, ha estado involucrado en algunas películas de Hollywood sin ser un actor pues él se preparó visualmente desde que era niño para llegar hasta la llamada ‘meca’ del cine un sueño que no muchos han logrado cumplir.

Y es que Josimar, de 31 años creció viendo como su abuela, Genoveva Medina quien fue fundadora de Las Chinas Oaxaqueñas, grupo de danza regional de esa entidad, diseñaba las coloridas faldas que se usaban, tradición que recayó en su mamá y él.

“Desde chiquito vi a mi abuela hacer faldas, no sé si es hereditario, pero me fijaba en el tipo de detalles que realizaban y yo hacía lo mismo; luego vi “Toy Story” cuando tenía nueve años y quedé impresionado”, recordó vía telefónica desde Canadá.

Es especialista de efectos visuales, realizó trabajos que requieren el mismo detallismo en “Ant Man and The Wasp” al hacer los dobles digitales de los personajes diminutos mientras pelean en la escena final; en “Cazafantasmas” iluminó al gran monstruo y un auto que es cargado por este, y en “Aniquilación”, esta última de Netflix, realizó extensión de set y árboles de cristales.

Altamirano mencionó que a pesar de que son trabajos que apenas duran segundos en pantalla, tardan semanas en hacerse. El creativo estudió en la Universidad de Puebla y luego tomó una oportunidad en el Vancouver Film School en efectos visuales 3D, saltando de ahí a diversas compañías, hasta que se abrió una ventana para Hollywood.

“Sully: hazaña en el Hudson”, con Tom Hanks, acerca del avión que aterrizó de emergencia en el citado río en 2009, fue de sus primeros trabajos en la industria, siendo parte del equipo que creó el agua agitada, y aunque su trabajo lo mantiene lejos de los reflectores a Josimar no le importa que la gente desconozca lo que hay detrás de una escena así, pues es fundamental que no se den cuenta de lo digital.

 

 

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