CULIACÁN, Sinaloa.- Durante la noche de este sábado once de agosto trascendió el ataque a balazos a dos jóvenes que dejaría como resultado una persona muerta y otro hospitalizado.
Los hechos ocurrieron en la colonia Rotarismo, donde los jóvenes identificados como Brandon Alexis y Luis Enrique, se trasladaban a bordo de una motocicleta en la colonia Rotarismo, donde fueron atacados a balazos.
Una vez se solicitó la presencia de los servicios de emergencia, se logró trasladar con vida a los dos jóvenes, sin embargo, Brandos Alexis “N”, de 17 años de edad, falleciera en el Hospital Civil luego de las graves heridas que sufrió.
Por otra parte La Procuraduría encontró en los cuerpos de una académica de la UNAM y su hija elementos genéticos del imputado por el doble feminicidio.
Rastros de piel y cabello, entre otros elementos analizados genéticamente confirmaron la participación de Alan en el homicidio de la catedrática Graciela María de la Luz Cifuentes y su hija Sol Vargas, a quien presuntamente pretendía.
El joven de 25 años de edad ya fue detenido e imputado por el crimen cometido el pasado 15 de marzo en la casa de la maestra, en la Colonia Santa Rosa Xochiac, en Álvaro Obregón.
La Procuraduría capitalina informó que de acuerdo con las mecánicas periciales, aplicadas conforme el protocolo para feminicidio, se registraron datos genéticos del agresor de la mujer, de 54 años.
Los indicios fueron hallados en las huellas de lucha, defensa y forcejeo, recabadas por personal especializado de la Coordinación General de Servicios Periciales.
Los nuevos elementos serán integrados al expediente AO-3/UI-3C/D/1311/03-2018.
De acuerdo con las indagatorias, el homicida trató de quemarlas y robó el automóvil familiar para abandonarlo posteriormente en calles de la Delegación Tlalpan.
La necropsia reveló que madre e hija fueron estranguladas dentro de su casa, y sus cuerpos ya sin vida fueron quemados para borrar evidencias.
Las víctimas recibieron golpes con un objeto contuso que pudo provocar la muerte junto con asfixia por estrangulamiento.
Otros dictámenes, anexados al expediente, revelaron que ninguna de las dos fue atacada sexualmente.
En la escena del crimen, los peritos encontraron signos de búsqueda en las habitaciones y rastros de sangre.