México, 28 Ago (Notimex).- Problemas para masticar y tragar, pérdida del gusto y el olfato, hospitalizaciones y la ingesta de medicamentos afectan la salud intestinal de las personas mayores de 60 años de edad.
Al alterarse el equilibrio de la flora o microbiota intestinal conformada por millones de bacterias, puede haber mayores complicaciones de salud en los casi 13 millones de mexicanos adultos mayores, que se encuentran en un proceso de envejecimiento.
Una dieta rica en fibra, complementada con probióticos, puede ayudar al cuidado de la microbiota, especialmente en períodos de toma de antibióticos de amplio espectro, señaló Biocodex.
La microbiota intestinal ayuda a digerir algunos alimentos, principalmente azúcares complejas, convirtiéndolos en energía, producir vitaminas B y K, y combatir microorganismos patógenos, sin embargo, con la edad, esta comunidad se empobrece a raíz de los cambios fisiológicos en el organismo, lo que compromete su funcionamiento óptimo.
La empresa especialista en probióticos, detalló que la pérdida de dientes y los problemas para pasar alimento pueden provocar cambios en la dieta, pues se tiende a eliminar alimentos que se consideran difíciles de masticar, como la carne o las frutas enteras, con lo que disminuye la ingesta de proteínas, vitaminas y fibra.
En cambio, aumenta el consumo de jugos, pan y galletas, que son más fáciles de masticar y tragar, pero que aportan más azúcares y grasas.
Cuando las personas mayores son hospitalizadas hay un cambio en su dieta repentinamente, lo que provoca un desbalance en la microbiota intestinal mientras las bacterias se adaptan a la nueva alimentación.
El envejecimiento hace más vulnerable a las infecciones a esta población, con el consecuente consumo de medicinas, en algunos casos, antibióticos de amplio espectro que eliminan a los patógenos, pero también a los microorganismos de efecto benéfico que conforman esta microbiota.
Mientras que, en los momentos de enfermedad y tratamiento con medicamentos, una opción es complementar el cuidado de los adultos mayores con probióticos de origen natural como el desarrollado a partir de la levadura Saccharomyces boulardii, que se ha comprobado fortalece la microbiota intestinal y ayuda a controlar la diarrea.
La pérdida del gusto y el olfato, hace que se prefieran alimentos ricos en grasas y sal, pues se perciben con mayor intensidad, lo que lleva a una dieta poco equilibrada, por lo que en la medida de lo posible, se habrá de procurar que siga siendo variada y diversa, especialmente rica en fibra, a partir del consumo de frutas, verduras y carnes magras.