Hay cosas en la vida que, por más que pensemos, no podemos explicar; una de ellas son esas coincidencias a las que algunos llaman casualidades y otros destino.
Pero de entre todas esa curiosas situaciones que se dan a diario, el caso de Wilma Wong es particularmente especial.
En 1990, en el hospital Lucile Packard de Palo Alto, en California, Estados Unidos, nació a los 6 meses de gestación Brandon Seminatore. Su estado de salud era delicado pero encontró en su camino un ángel que le ayudó a recuperarse y sobrevivir: la joven enfermera Wilma Wong.
Este año, casi tres décadas después aquel bebé se ha convertido en pediatra y el destino lo llevó nuevamente al hospital que lo vio nacer, pero esta vez para ejercer su profesión.
Un día, en el equipo de trabajo de Wong estaba un médico llamado Brandon Seminatore. El apellido le resultó familia a la enfermera que no dudó en hacer preguntas.
Él le contó que había nacido prematuro en ese mismo hospital 28 años atrás; ella recordó que al inicio de su carrera había cuidado a un bebé del mismo apellido así que siguió atando cabos y le preguntó al joven si su padre era policía. Hubo un silencio hasta que él preguntó: ¿Eres Wilma?
Brandon narró que su madre le había pedido que buscara a la enfermera Wilma Wing pues era quien lo había cuidado en aquel hospital; sin embargo, el incrédulo médico no indagó al respecto pues creyó que probablemente ella ya se había retirado.
Además contó que la forma en que Wing se relaciona y cuida a sus pacientes es extraordinaria y que gracias a ello lograron reencontrarse.
Fue el propio hospital quien publicó esta emocionante encuentro en su sitio web.
No cabe duda de que la vida da muchas vueltas y nunca sabemos lo que el futuro nos depara.
Con Información de: SDPnoticias